Raúl Toriggia

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Una vez más los argentinos, nos vemos enfrentados a un gobierno fallido, como en el 2015 y el 2019, en el que se votó castigando a cada uno de los oficialismos que de mayor o menor manera habían fracasado.

Lo que parece es que esta vez no nos enfrentamos con un gobierno que fracasó por su plan de gobierno establecido por un equipo comandado por el presidente de turno, porque no hubo plan (lo dijo el propio presidente), no hubo presidente, lo vemos día a día, ni hubo ministros, y si alguno tiene dudas que píense en una acción gubernamental que se haya intentado, aun con errores.  

Si pensamos en una acción del gobierno, analicemos como enfrentamos a la pandemia. Teniendo el 80% de aceptación y la cooperación de todos los gobernantes fueran del partido que fueran, se negaron a recibir en tiempo y forma las vacunas Pfizer (por las cuales muchos argentinos pusieron su cuerpo para las pruebas), considerando deliberada, falsa e ideológicamente que eran inconvenientes y se prefirió traer las de Rusia y China, las primeras insuficientes, y las segundas carentes de calidad y mucho más caras.

Hemos escuchado todos al presidente Alberto Fernández decir que, de haber estado gobernando Macri, los muertos hubieran sido muchos más, cosa tan improbable como lo que piensa la mayoría del pueblo argentino, que los muertos hubieran sido muchos menos con las vacunas Pfizer, y sin vacunados VIP, permitiendo que los privados que querían aportar soluciones, entre ellos Leo Messi, que donó 32 respiradores, lo pudieran hacer en tiempo y forma, sin velatorios a los que se le quiso sacar ventaja política (la muerte de Diego), y sin fiestas programadas por quien había firmado los decretos que restringían el movimiento de personas durante el período más peligroso de la pandemia. 

También es para preocuparse la posición internacional, inédita para la histórica política exterior argentina. Aunque en un eterno va y viene, de acuerdo con las necesidades económicas y políticas, se ha privilegiado a las dictaduras de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán,(Sobre estos países se mantuvo la posición que respetan los derechos humanos), Rusia (le ofrecimos ser la puerta de entrada a Latinoamérica), y China (Sergio Massa llegó al colmo de ironizar con el nombre de "Argenchina" para nombrar a nuestro país), y alejarse de las democracias occidentales, esas de las que según el mismo presidente, nosotros descendimos de sus barcos, no como "los brasileños que bajaron de la selva".

Este sábado pasado, muchos estuvimos junto a la radio, la TV o las redes, participando de un juego, donde resultábamos invitados de piedra de una increíble lucha, no sólo por las principales candidaturas en el concierto provincial o nacional sino hasta las últimas listas de concejeros escolares.

Es increíble que, para nuestro querido país, que está pasando por una crisis, quizás la más importante de su historia, se pretendieron integrar 19 listas a candidatos a presidente, por 14 partidos diferentes, cada uno con la siguiente cantidad de fórmulas:

Unión por la Patria 2

Juntos por el Cambio 2 

La Libertad Avanza 1

Hacemos por nuestro País 1

Frente de Izquierda y de los trabajadores Unidad 2

Estas listas sumarán por partido alrededor de 5% o más, aunque internamente la lista de Grabois y la de Solano no creo que lleguen al 1 % 

De los restantes 9, que enumero más abajo, difícilmente alguna supere el mínimo impuesto del 1,5% para ir a las generales, y suponiendo que alguna de ellas lo supere, ninguna logrará ese porcentaje en las generales, en las cuales siempre el electorado elige a las candidaturas con posibilidad de ganar.

Nuevo Más 1

Política Obrera 1

Frente Patriota Federal 1

Libres del Sur 1

Principios y Valores 1

Movimiento Izquierda Juventud Dignidad 2

Demos 2

Frente Liber.Ar 1

Movimiento Paz Democracia y Soberanía. 1 

Hay algunas cosas, que a pesar de que a los argentinos nada ya nos sorprende, nos logran llamar la atención, por ejemplo que sigan intentando presentarse como candidatos Santiago Cúneo, César Biondini y Mempo Giardinelli, o que al partido que le han puesto por nombre Principios y Valores lleve entre sus candidatos a Guillermo Moreno, presidente, Luis D?elia, gobernador, Hugo Moyano, diputado y a Alberto Samid, intendente de La Matanza, (es mucho, no?), y por último que la llamada Izquierda unida, se presente como siempre dividida en 4 partidos, que entre todos no logren un 5%, cuando se supone que por su ideología clasista, desinteresada, apoyando al pueblo, deberían estar agrupados.

Las próximas PASO, como pasó hace cuatro años, van a traer consecuencias políticas y económicas, las primeras provocadas por que ya no habrá confrontación interna en aquellas fuerzas que presentan más de una lista de precandidatos, fundamentalmente en Juntos por el Cambio, y se pueda observar la grandeza o no del que gane, para integrar a los perdedores y la grandeza o no de los que pierdan, para apoyar a la fracción ganadora y también saber cuántos votan a Sergio Massa y a Javier Milei, que posiblemente sean los más votados en forma individual, antes de las generales, en las cuales, Juntos para el Cambio votarán por su lista ganadora de la interna.

Otra característica que tendrán estas elecciones es que el voto a Milei puede ser tomado como un voto de protesta, en las PASO, pero luego cuando haya que tomar la decisión de votar por un partido capaz de gobernar, seguramente, perderá votos, con respecto a los dos frentes.

Luego enfrentaremos las generales, en las cuales, no aparece como clara vencedora ninguna de las fórmulas presentadas el sábado último, y entonces tome fuerza la posibilidad que la fórmula triunfante de Juntos por el Cambio y la de Sergio Massa, se disputen el primer y segundo puesto, con cara a ir a la segunda vuelta, y en ese caso los votantes de La libertad Avanza, los de Hacemos por nuestro país y los de la principal fórmula de la izquierda, terminen siendo los árbitros finales.

En principio, de acuerdo con mi humilde opinión, y por lo que se ve hasta ahora, la izquierda toda y la mayoría del Peronismo no kirchnerista, votaría por Unión por la Patria, y parte del Peronismo no Kirchnerista y la mayoría de La Libertad Avanza se inclinaría por Juntos por el Cambio, aunque mucho tendrá que ver quien gane la interna, de este último frente.

Para los analistas políticos más conocidos, el kirchnerismo se refugiará en la Provincia de Buenos Aires, donde se dará la batalla de las batallas, sobre todo en la tercera sección electoral, y ni que hablar en el partido de La Matanza. En la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo, según esos analistas, necesita conservar a mayor cantidad de cargos posibles, la mayor cantidad de fueros posibles, y el mayor poder de daño posible. Por eso nos recomiendan estar alertas.

La mayoría de los ciudadanos republicanos espera que el pueblo del AMBA, y sobre todo de la tercera sección, quizás la más pobre de toda la provincia, voten por el peronismo o por la oposición, piensen que esta vez deben votar por ellos, por el asfalto, por la red de gas, por las cloacas, para que sus barrios no se inunden, para que sus hijos tengan futuro dentro del país, es decir no importa por qué partido voten, que sea por gente honesta. Que no decidan por el mito, ni por los sentimientos, sino por la razón y la libertad.

Debemos terminar con la grieta política, que no nos permite tener políticas de estado para que cualquiera sea el que gane en el futuro, las siga adelante, pero debemos mantener la grieta moral y ética. Ésta existe. De un lado están los peronistas y no peronistas que quieren una sociedad donde el trabajo, el estudio, el mérito, la libertad, deben imperar, y del otro, cada vez menor, los peronistas y no peronistas que sólo buscan las cajas, los negociados, un pueblo pobre, para tenerlo sojuzgado, como conocimos en la Jujuy de Milagro Sala, u hoy conocemos en la Formosa de Gildo Insfrán, o en el Chaco de Coqui Capitanich.

Pensemos en nuestros héroes históricos, saavedristas o morenistas, unitarios o federales, confederados o bonaerenses, sarmientistas o mitristas, de la unión cívica o autonomistas. Todos ellos con aciertos y errores, siendo como nosotros, de carne y hueso, con sus familias, sus amores, sus deseos y sus angustias, dieron su vida para que la Argentina pudiera ser vista como futura potencia mundial a principios del siglo XX.

Tengamos la decisión, arriesgando mucho menos el cuerpo que ellos, pero pensando en salvar el futuro de nuestro hijos y nietos, y sepamos por fin votar por aquellos que creamos más trabajadores, luchadores y honestos para enderezar nuestra patria, que realmente se lo merece y después exijamos que lo sean o esta vez, en serio, la patria se lo demande.