Daniel Puertas

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El segundo móvil en importancia es el homicidio en ocasión de robo, con un 19 por ciento de las 722 Instrucciones Penales Preparatorias (IPP) iniciadas en ese lapso en la Justicia, que arrojaron un total de 756 muertos.

Los datos fueron difundidos este mes por la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia, que realizó un exhaustivo estudio sobre las IPP con los objetivos de "contribuir al análisis cualitativo y cuantitativo de los hechos motivo del trabajo, a saber: distribución geográfica, franjas horarias, móviles, aspectos sobresalientes de las víctimas y de los sindicados/imputados, con el propósito de profundizar las políticas y acciones para el mejor desempeño del Ministerio Público, obteniéndose particularidades del tipo de ilícitos relevados, como así también de la actividad procesal promovida y/o ejecutada por el Ministerio Público Fiscal".

Una de las primeras conclusiones del análisis de los datos que indican que el origen de la mayoría de los crímenes son los problemas personales fue la necesidad de "repensar parte de las políticas públicas intersectoriales e interinstitucionales, que tiendan a interrumpir el camino a tan graves desenlaces, como por ejemplo, el fortalecimiento de las áreas del Centro de Asistencia a la Víctima, en su caso Mediación, así como mejorar la articulación con organismos públicos o privados que apliquen programas de abordaje al violento o fortalecimiento y acompañamiento de las víctimas".

Los responsables del estudios también se encontraron con que en muchas fiscalías se delegaba buena parte de la instrucción de las causas en la Policía, lo que llevó a la procuradora María del Carmen Falbo a emitir una resolución que ya fue girada a todas las UFI solicitando a los fiscales generales que en lo posible no deleguen las IPP ni en las comisarías ni en las Direcciones Departamentales de Investigación. El objetivo es mejorar los procesos de investigación.

Fuentes del Ministerio Público local señalaron que esa es una práctica que en la ciudad se abandonó hace tiempo y que son los fiscales los que conservan y manejan la mayor parte de las causas.

Con notable optimismo, la Procuración considera en su informe que "en poco tiempo y en forma progresiva" estará actuando el Cuerpo de Investigadores Judiciales, por lo que este estudio puede servirles a los futuros pesquisas.

Calles peligrosas

El 60 por ciento de los homicidios de la primera mitad del año pasado fueron cometidos en la vía pública, en la mitad de ellos víctima y victimario se conocían previamente, y en el 63 por ciento de los casos se utilizaron armas de fuego.

La Procuración dividió los departamentos judiciales en "Conurbano", "grandes" e "interior". En los dos primeros, los porcentajes de los móviles son casi idénticos, pero en el interior se mata más por cuestiones personales que por afán de robar.

La inmensa mayoría de los muertos eran jóvenes y hombres: el 85 por ciento era del sexo masculino y el 70 por ciento de ellos tenía entre 15 y 44 años.

Y el 94 por ciento de los asesinos son de sexo masculino y el 54 por ciento tiene entre 18 y 44 años.

Sólo el 13,9 por ciento de los imputados son menores, con el detalle de que en el 33,3 por ciento de los casos registrados hay coimputados mayores.

Como se ha comprobado en los últimos tiempos en Olavarría, tanto las víctimas como los victimarios son fundamentalmente jóvenes, ya que el 43,5 víctimas de homicidios dolosos tenía entre 15 y 29 años, mientras que el 26,4 murió entre los 30 y los 44, por lo que más del 70 por ciento eran personas jóvenes.

En tanto, el 37,8 por ciento de los imputados tiene entre 18 y 29 años y el 15,9 entre 30 y 44 años, el 94 por ciento es de sexo masculino y el 66 por ciento de nacionalidad argentina. Los imputados paraguayos son el 3 por ciento del total.

Otro dato significativo es que en los distritos del Conurbano en el 42 por ciento de las investigaciones de asesinatos no se pudo identificar al autor. En el interior, los criminales impunes y sin identificar llegan al 22 por ciento.

Desmintiendo la convicción lamentablemente generalizada que los delincuentes menores de edad son muy peligrosos, sólo el 3 por ciento de los imputados tiene menos de 16 años y el 11,2 entre 16 y 17 años.

Hubo 594 casos en los que el asesinato no llegó a consumarse, por lo que las causas son técnicamente por homicidios dolosos tentados. Previsiblemente, en estos casos aumenta el porcentaje de conflictos interpersonales como móvil y el uso de armas blancas.

El informe también enumera las medidas de investigación realizadas, donde parece quedar claro la escasa incidencia de las promocionadas cámaras de seguridad en la instrucción de las causas, ya que fueron requeridas sólo en el 1,3 por ciento de los casos.

Robos agravados

Para analizar las IPP de los robos con uso de armas de fuego se calculó una muestra representativa a partir del "método aleatorio estratificado", ya que resultaba imposible analizar las más de 30.000 IPP iniciadas por ese motivo.

Aunque en el informe no se lo menciona, la cantidad de robos a mano armada coincide con estudios internacionales que indican que los ladrones argentinos se cuentan en los más inclinados a llevar pistolas y revólveres en América Latina.

Curiosamente, a pesar de esos hábitos delincuenciales, la Argentina tiene una de las tasas de homicidios más bajas de la región.

La mayor parte de los robos a mano armada son cometidos en la vía pública, con el 62,9 por ciento del total, siguiéndole los asaltos a comercios, con el 12 por ciento; entraderas al hogar, con el 9,8 por ciento; y en casas, con el 8,5 por ciento.

Los ladrones bonaerenses no pueden salir de pobres, ya que en el 37,8 por ciento de los casos llegaron y se fueron a pie, en el 26 por ciento se movilizaban en moto y sólo en el 17,2 en auto.