Un Gobierno disgregado y sin eje, el fuego amigo, la política refranera y los datos que sorprenden
Los esloganes que simplifican y no explican. La economía y la política en crisis. Una encuesta para atender. La Y amarilla. Los radicales van a la interna pero sin discutir referentes nacionales. Tres espacios locales se juntan en un acto. Las Leliq aumentan descomunalmente en vez de ir para los jubilados como prometió Alberto.
Cacho Fernández / [email protected]
En Argentina parece una norma que los gobiernos cumplan un periplo similar al River de Gallardo, con perdón de los "millonarios". Esto es, que comienzan en la gloria y suelen terminar en una especie de grotesco. Por varios motivos, pero convengamos en que la demanda que el Presidente le haría al señor "Alfa", ese participante del reality Gran Hermano superaría todos los ridículos posibles.
La multiplicidad de actos peronistas-sindicales por el Día de la Lealtad fue patética, y tanto es así que al realizado por Máximo Kirchner, Pablo Moyano y otros le devino una ministra de Trabajo, Kelly Olmos, que calificó la demanda del 131% de aumento salarial en "insolidaria" e "inflacionaria", calificativos propios de neoliberales. Cosas veredes, Sancho que harán fablar a las piedras".
Es probable que la Ministra, quien también criticó la metodología del camionero, tenga razón pero lo más relevante es que le pone un tono ideológico inesperado al Gobierno y va hasta el hueso del discurso gremial, peronista y kirchnerista.
El lunes, el dirigente cegetista y de la Soegyspe, Carlos Acuña tuvo un discurso algo moderado comparándolo al que dio Máximo en la Plaza, que fue netamente opositor.
Acuña acudió a las frases hechas propias del peronismo y de otros partidos políticos para responder preguntas de los medios muy puntuales. Apeló a los esloganes peronistas como "primero la patria, después el movimiento y por último los hombres", que "la unica verdad es la realidad" y otras similares, que hacía recordar las respuestas de Sancho Panza, aquel escudero de Don Quijote, y que tanto hacía enojar al caballero por responder siempre de esa manera, con refranes y nada más. De nuevo Sancho en la política nacional, y ya se parece demasiado al grotesco que quiso plasmar Cervantes con las novelas de caballería. Esa manía de reducir todo un pensamiento político a refranes fue una trampa para el peronismo porque lo terminó anclando a la coyuntura de 1945 y sin predisposición a actualizar el pensamiento, como le suele ocurrir a la misma Vicepresidente.
El dirigente porteño, Carlos Grosso solía burlarse de este estilo de algun sector del peronismo abusadores de refranes cuando decía: "supongamos que nos estamos inundando en este salón porque alguien se olvidó la canilla del baño abierta. Bueno, en vez de ir a cerrarla, alguno dirá 'esto lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie' y nos seguimos inundando porque nadie decide ir al baño a solucionar el problema".
Pero hoy existen dirigentes que siguen persistiendo en ese error peronista traducido en una frase fanática, sectaria y fundamentalista como la que dice "para un peronista no hay nada mejor que otro peronista". Perón solucionó en 1973 ese sectarismo cuando cambió "peronista" por "argentino" pero siguen existiendo quienes creen que se debe insistir con el sectarismo y no con la apertura y la humildad.
Frases hechas
El estilo de los eslóganes o frases huecas suele ser transversal y cada espacio político tiene sus frases hechas y no razonamientos singulares, pero en el peronismo suelen haber más que en otros. Por ahí son frases que unen, pero que también descontextualizan y dogmatizan el pensamiento.
En ese error incurre también Mauricio Macri, quien se ufana de representar el "cambio", sin precisar de qué se trata. Más aún, con ese térrmino tan ambiguo pretende definir la interna del PRO y enuncia con cierta arrogancia que "el candidato/a a la presidencia será quien mejor represente el cambio", sin precisar ni bajar al nivel operativo y empírico el concepto.
Dicho sea de paso, tampoco el peronismo definió bien lo que entiende por "justicia social". Y tanto es así que para el peronismo de los Cuarenta, significaba crear trabajo y dignidad social a partir de ello. Para el kirchnerismo parece ser dar planes y bonos permanentes o crear comedores comunitarios o lanzar promociones de compra de electrodomésticos a 30 cuotas pero con precios indexados con el 100 por ciento de su valor actual. Otro grotesco para el manual.
Además, Macri no aprendió todavía que con un "cambio drástico", que es lo que propone en su libro, (léase "ajuste) va a seducir a un electorado en una brutal pobreza e indigencia.
Facundo despechado
El gobierno ya roza el fracaso, o como lo expresó un Facundo Moyano muy despechado: "dejó de ser relato y ya es todo chamuyo". Y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti lo remató: "el kirchnerismo es feudal (dado que ) gobiernan para ganar una elección y tener el control absoluto de la plata, de la Legislatura y de la Justicia".
Pero, desde su profunda bronca y decepción, Facundo Moyano fue lapidario: "el Gobierno, como la derecha, ajusta y reprime", dijo, y se animó a simplificar la estructura de poder actual: "la Cámpora es el poder y el Gobierno, y yo me avergüenzo de esto", y acusó al camporismo bonaerense de "luchar por los cargos".
Sin embargo, en Olavarría, fuera de la militancia camporista, gran parte de lo que queda de peronismo ha perdido la mística y se ha transformado en una agrupación formal, vacía de contenido y debate político.
Después del kirchnerismo, el peronismo ha perdido la brújula y ya no sabe qué es. Es posible que el peronismo no haya sido nunca un capitalismo con justicia social, pero hoy está más lejos que nunca de ese objetivo que tenía Perón. De ahí precisamente, y dentro del fuego amigo, la profunda decepción que siente Facundo Moyano y tantos otros.
Datos y sorpresas
De un sondeo realizado por Zubán/Córdoba (la consultora más federal), sorprenden varias cosas. Que en JxC encabece Patricia Bullrich (48%) entre las posiblemente más votadas o potencialmente votadas, segundo Milei (42%) y tercero Macri con un 39%, con Larreta muy cerca (38%). En tanto, Cristina K suma un 33% entre votantes y potenciales votantes.
El estudio de esta consultora también refleja las altas imágenes negativas de dirigentes como Sergio Massa (68%) Alberto F (72%), G. Morales (69%) y Manes, de quien no se esperaba ese resultado llamativamente cosecha hoy un rechazo del 67%, pese a ser un outsider igual que Milei en una sociedad que repudia cada vez más a la clase política.
Mejor pero disgregados
Hoy el país atraviesa la peor situación quizás desde la hiperinflación, aunque el economista del Encuentro Republicano Federal (el pichettismo), Juan Carlos Sanchez Arnau advirtió que si bien "estuvimos cerca de la hiper con Guzmán y ahora, si bien el Presupuesto prevé una inflación del 60% y hubo algunas mejoras" igual se está debiendo unos "8 billones de pesos en Leliq y no se están corrigiendo los problemas", tras lo cual sostuvo que "estamos asistiendoi a la disgregación del Frente de Todos" con fugas de todo tipo como las de Manzur y Zabaleta para cuidar cada uno su quintita o su propio juego.
Hoy rige una economía totalmente indexada y en caída libre, pese a que el filósofo K (pero por kirchnereista y no por Kant) diga que las declaraciones de Alfa de GH "construyeron un clima de bronca cuando la sociedad atravesaba con alegría la notoria baja de la inflación" (¿?).
Con y sin internas
En Olavarría se viene la interna radical entre el oficialismo que hoy conduce el comité y un grupo conformado por directivos de la Facultad de Ingeniería, disidentes, y el politólogo Andrés Malamud y su hermana Alejandra, entre otros, además del ex diputado provincial Rubén Lanceta y su hijo, el funcionario de Tránsito, Leandro. La lista está encabezada por el ex decano de Ingeniería, Fabián Irassar. En tanto, el oficialismo, muy identificado con Evolución, presenta una renovación encabezada por la concejal Belén Vergel y cuenta entre otros con Martín Lastape y Gonzalo Dolagaray entre sus filas, Este grupo destaca su diversidad y fue el que está a punto de concretar la reconstrucción del comité estragado en la previa de las elecciones de 2013. En tanto, la oposición enfatiza su respaldo a Facundo Manes, pero el oficialismo advierte que en esta interna "no se juegan las candidaturas de Manes, ni de Morales ni de Lousteau. Es producto de legisladores que se asustaron por el crecimeinto del radicalismo de Olavarría y otros distritos de la Séptima", aludiendo precisamente al rol que cumpliría la diputada saladillense Alejandra Lorden.
En el Pro se estaría acordando en la Provincia habilitar las Paso solo en los distritos en los que el intendente, si es amarillo, claro, no tiene rivales. Sería aplicar la figura de la Y para no entorpecer a los jefes comunales que están firmes. Posiblemente en Olavarría Ezequiel Galli se ahorraría una interna "amarilla" pero no estaría descartada una Paso contra un pre-candidato radical como ocurrió en 2015.
En Azul se rompió el romance político entre Bertellys y Vieyra pero no se resintió el acuerdo entre el intendente azuleño y el olavarriense que sigue gozando de buena salud. ¿Fue una pelea de egos, por las líneas políticas o por los cargos? Bertellys pierde un maniobrador, y Vieyra un carismático.
En "Todos"
En el Frente de Todos, o lo que va quedando en pie, continúa la pulseada entre Aguilera y Wesner que se definirá seguramente por una encuesta para resolver la candidatura a intendente por La Cámpora. También se está moviendo en esa dirección Eduardo Rodríguez con el respaldo del "Ñato" Lissalde y el Frente Renovador, al menos de una parte, y ya se mostró entregando unas 600 tablets junto con Ezequiel Galli y Maxi Wesner en ese acto que financió el Enacom que también puso los fondos para la fibra óptica en Hinojo, trabajo que realizó Infracom-Coopelectric junto con el Municipio. En fin, a partir de estos hechos Olavarría ya parece el lugar de encuentro de la diversidad político o, a la inversa del cuento de Borges, "el jardín en donde los senderos se juntan".
Un tiro en el pie
Hasta ahora, y pese a la pobreza de ellos, los únicos logros los puede mostrar Sergio Massa con sus aprestos contra la inflación y la suba del dólar. La insuficiencia de aciertos es palmaria, pero es el único integrante del Gobierno que se puede llevar algunos reconocimientos.
El otro grotesco (casi un tiro en el propio pie) es el que protagonizó la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, quien puso gratuitamente en agenda al "Alfa" y a un tema que no vio casi nadie. Cerruti hizo una gran novela con un hecho que no tenía siquiera la dimensión de un hecho y subió al ring a un tipo que nadie conoce y que nadie escuchó. La vocera se encargó de difundirlo y Alberto de multiplicarlo con su respuesta y su demanda.
Pero hay más. La Vicepresidente quiere que exista un sujeto político con alguna dimensión detrás de su atentado fue enormemente grave, pero Cristina no quiere que los mentores y autores sea un grupito de delirantes vendedores de copitos.
Cristina preferiría que sus agresores tengan otra relevancia y si es política, mejor y si está el macrismo detrás, mejor aún. El atentado ya de por sí es gravísimo y estremecedor, entonces, ¿qué más?.
Posiblemente, el único logro de Cerruti es que a partir de las denuncias del "Alfa", la gente podría comenzar a preguntarse si el Presidente es o no honesto. Pero nada más que eso. En fin, un grueso error no forzado del equipo de comunicación de Alberto. El colmo fue la respueta del Presidente dándole aún mayor entidad a su denunciante. "Cosas veredes Sancho que harán fablar a las piedras", decía el Quijote.
Ganancias y privilegios
En lo que dice Sanchez Arnau se engancha perfectamente el tema del déficit fiscal, causante casi absoluto de la inflación.
De pronto, aunque tal vez por una cuestión de revancha y no de justicia (no importaría), surgió el afán de cobrarles a jueces y funcionarios judiciales el impuesto a las Ganancias. En ese sentido nuevamente se desubica el gremio que conduce Julio Piumato y el macrismo quienes extrañamente se oponen a incluir a los jueces y funcionarios judiciales para que paguen el gravamen como cualquier hijo de vecino y sin privilegio alguno.
Llamativamente, los privilegios llega a unir a Piumato y al macrismo cuando en cualquier otro país desarrollado todos pagan el llamado impuesto a los ingresos.
El titular de los judiciales se aferra a que "los salarios no son ganancias", y lo castigó a Carlos Heller por quedar eximido del impuesto por su banco presuntamente cooperativo. Otra vez, como Con Facundo Moyano, el Gobierno recibe el fuego amigo. El abogado constitucionalista, Gil Domínguez sostiene acertadamente que si el impuesto existe para todos no debe haber excepciones porque se estaría ante una situación de privilegio. Pero el dirigente sindical analiza el tema desde un punto de vista corporativo y sus beneficios exclusivos.