Rodrigo Fernández/ rfernandez@elpopular.com.ar

Pocos autores pueden reflejar el momento histórico en el que están viviendo. Julian Maclaren Ross es uno de esos escritores que logran hacer que el lector no sólo se deje llevar por la trama sino que además disfrute de la trastienda de la narración. Y si todas las leyendas sobre la vida del autor de culto son ciertas, sus personajes no son más que un reflejo de sí mismo.

Hace poco tiempo que Richard Fanshawe regresó de la India y siente que hay algo en Inglaterra que no está bien. Quizá no sea el país, sino ese malestar que le va creciendo adentro o porque está solo. Su tío ha dejado de ayudarlo; bastante que le consiguió aquel trabajo de periodista en Oriente.

Richard intenta sobrevivir sin demasiado esfuerzo, pero aún espera que su tío se compadezca y le envíe algo de dinero. Mientras tanto sale a golpear las puertas de las casas ofreciendo aspiradoras. En la pensión en la que vive creen que su trabajo es otro y él no tiene ganas de aclarar absolutamente nada.

Un día conoce a Roper y enseguida se hacen amigos, aunque no por insistencia de Richard. Ambos comparten trabajo y algunas salidas. Hasta que la esposa de Roper se suma al dúo. Sukie le impone otra dinámica a las juergas.

Pero, sobre todo, hay algo en ella que hacer que Richard quiera alejarse de entrada, pero lo cierto es que su amigo le pedirá que se encargue de entretenerla mientras tanto hace un largo viaje laboral. Richard lo previene pero Roper insiste. Así Sukie se convierte en su compañera de salidas. Y quizás no sea una buena idea.

"De amor y de hambre" es una novela acerca de cómo nos puede salvar o destruir el amor, pero además es una pintura de la época posterior a la Primera Guerra. La crisis inglesa se asoma todo el tiempo en la narración y los personajes reflejan la confusión de aquellos momentos.

Julian Maclaren Ross, un autor de culto que la editorial La Bestia Equilátera desde hace algunos años ha rescatado del injusto olvido, es un cronista de su época. Un hombre comprometido con el mundo que cambia y con los hombres que forman parte de él. Sus personajes parecen padecer la vida y, sin embargo, buscan llegar a la luz. O a la mínima claridad posible.