Con las estaciones cambian los animales que vemos, los colores, las plantas, como está el suelo, el agua que lleva el río, los sonidos, los olores. Y con ella aparecen ciertas prácticas que quizás venimos esperando desde el año anterior para poder llevar adelante.

Están los fundamentalistas y defensores acérrimos del calor y del frío. Al parecer con eso también hay una "grieta".

El verano nos ofrece sus particularidades y nos permite gozar de ciertos placeres pero el otoño es un trimestre que se puede disfrutar de múltiples modos. Hay costumbres que vienen de muchos años atrás y otras que simplemente están asociadas a nuestra cultura y a lo que hace nuestra familia y lo recibimos como herencia hogareña.

Mirar por la ventana y contemplar los colores que nos brindan los follajes en este tiempo es una caricia para nuestra vista. Lo mismo que degustar ciertos platos o cambiar los horarios de algunas actividades porque el día se hace más corto.

En esta edición de Estilo de Vida recorremos algunas actividades que podemos hacer durante este otoño y que se pueden trasladar también al invierno por si aún te falta poner en práctica alguna de ellas.