Los cambios estacionales nos afectan en mayor o menor medida y a nuestros perros también. Acá dejo algunos consejos para la época.

¿Cómo afecta a los perros el otoño?

1# Cambios en el estado de ánimo: cansancio, pérdida de apetito, ansiedad

Al igual que a nosotros, el factor de cambio que más afecta a tu perro es la luz. El incremento de la oscuridad diaria y la bajada de temperatura provocan importantes modificaciones hormonales y metabólicas que pueden afectar su estado anímico. Es lo que se conoce por el Síndrome Afectivo Estacional. Si notas a tu perro más cansado de lo normal o experimenta una pérdida de apetito, no hay que preocuparse en exceso, es un mecanismo natural para ahorrar energía.

Pero especial atención a la tan temida ansiedad. Los perros en otoño salen menos y pasan más tiempo solos y aburridos. Esto puede llevarlos a lamerse constantemente, a ladrar más de lo habitual, dejarte algún que otro 'regalito' por la casa o a destrozar todo lo que se cruce en su camino. Una buena manera de calmarlos es agotándolos. Intenta estimular el juego durante los paseos para que gasten energía fuera, y no dentro de casa.

2# Muda: caída excesiva del pelo

Con la llegada del otoño a los dueños de perros no nos queda otra opción que reconciliarnos con la aspiradora ya que a nuestros peludos se les cae mucho el pelo. Es el momento del cambio de pelaje. En función de la raza, a tu perro se le caerá más o menos el pelo, pero es inevitable: el pelaje de tu perro debe recomponerse para protegerse del frío. ¡No queda otra!

3# Aparición de alergias dermatológicas y/o respiratorias

Los cambios de estación también pueden incrementar la aparición de alergias, especialmente en la piel. El picor y la irritación de la piel son los síntomas más evidentes de la dermatitis en perros. Aunque la llegada del otoño también puede traer problemas respiratorios como el asma. Hay más polvo en suspensión debido a una mayor cantidad de hojas en el suelo, por lo que pueden agudizar las alergias.

Cuidados de los perros en otoño

Visita al veterinario/a. Una revisión rutinaria de tu mascota, no le vendrá mal, especialmente si notaste cambios en su estado de ánimo o sufre alguna dermatitis.

Desparasitar es una necesidad. Aprovecha la visita al veterinario y desparasita, tanto por dentro como por fuera. Con el descenso de las temperaturas, pueden bajar las defensas y nuestros perros estarán más expuestos a todo tipo de bacterias, virus y parásitos. Y si su sistema inmunológico baja la guardia, tu perro puede convertirse en una víctima de la leishmaniosis.

Cepilla a diario el pelo de tu perro. Sabemos que cepillar el pelaje de nuestros perros forma parte de la rutina de higiene. Pero en estos momentos, es importante esmerarse un poco más y cepillarlo a diario para que su pelaje esté lo más sano posible. Recorda que el cambio de pelo en perros es un proceso natural y necesario ya que actúa como un mecanismo termorregulador.

Usa ropa de abrigo, si lo necesita. Si bien el pelaje es el mejor abrigo que puede tener tu perro, a veces es necesario vestirlos para evitar cambios de temperatura bruscos. Los cachorros y perros de edad avanzada, o los perros de pelo corto o poco abundante pueden ser más vulnerables a las bajas temperaturas.

Cambia las rutinas poco a poco: es probable que con los cambios de luz modifiques un poco los horarios y rutinas de paseo o comidas. Acordate que, siempre que sea posible, los cambios los debes introducir de forma progresiva.

¡Feliz otoño para todos!