El sábado en las primeras horas de la mañana, la policía local tuvo que intervenir en un caso de violación de domicilio en un contexto de violencia familiar que involucra a un efectivo policial de nuestra ciudad, el cual presta servicio en una ciudad vecina. El incidente tomó un giro adicional cuando el oficial en cuestión, tras comparecer en la comisaría local, continuó su conducta disruptiva resistiéndose a la autoridad y tuvo que ser reducido y demorado.

A raíz de estos hechos, se han iniciado dos investigaciones. La primera es de naturaleza penal y está siendo tramitada en la Ayudantía Fiscal, abarcando los delitos de violación de domicilio y resistencia a la autoridad. La segunda investigación se refiere a un caso de violencia familiar y está bajo la jurisdicción del juzgado de Paz local.

Después de las diligencias iniciales, el denunciado recuperó su libertad, pero el expediente en su contra continúa. Además, se ha presentado una acusación ampliada por otro incidente que ocurrió semanas atrás y que no fue denunciado en el momento de su comisión, según informó el ayudante fiscal, Dr. Luciano Di Gracia.

La policía local ha dado intervención a asuntos internos, que tiene la responsabilidad de investigar las violaciones del régimen ético y la conducta inapropiada de los servidores de la policía. Sin embargo, hasta el momento, no se han tomado medidas disciplinarias contra el oficial implicado.

Como medida preventiva y siguiendo el protocolo, el jefe comunal de Policía, Sebastián Pichirilo, ha ordenado que se le retire el arma al oficial y que se le realice una evaluación psicológica a cargo del cuerpo médico de Azul. La situación continúa siendo objeto de seguimiento y evaluación por parte de las autoridades competentes.