La última jornada de corsos quedó suspendida por la tormenta eléctrica. Después de dos jornadas muy amenas – donde asistieron más de 3.000 personas- se tuvo que desalojar el corsodromo debido a la posibilidad de tormentas. "Hay muchos chicos aquí y esto se hace para garantizar la integridad física de todos los asistentes", remarcó Luis Occhi, presentador de la fiesta popular. 

Fue así como decidieron poner un poco de música e ir levantando las sillas. Aclararon que los puestos de comida seguirían abiertos durante un rato más para que así las instituciones puedan terminar de recaudar como tenían previsto.

"Agradecerle de corazón a todos los que se acercaron de tempranito a esta fiesta popular", manifestó Luis Occhi, quien además recalcó lo positivo de las jornadas anteriores. También deslizó que se verá "cómo se va a reprogramar" y que "ya se informará a su debido tiempo".