Quedaron detenidos los tres policías acusados de matar a Lucas y más testigos complican su coartada
Los tres efectivos de la Policía de la Ciudad involucrados en el asesinato de Lucas González el miércoles último en el barrio porteño de Barracas, se presentaron este sábado a la tarde ante la Justicia y quedaron formalmente detenidos, informaron fuentes judiciales.
Se trata del inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nieva, quienes se desempeñaban en la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad y se presentaron esta tarde luego de que el juez Martín Carlos Del Viso firmara las órdenes de detención.
Los efectivos están acusados del delito de "homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones", el cual prevé la pena de prisión perpetua en un futuro juicio oral.
Sin eximición
Los fiscales que investigan el crimen habían solicitado la detención de los policías, y además rechazaron las eximiciones de prisión que aquellos habían solicitado a través de su abogado, Alfredo Oliván, ya que consideraron que los imputados "tergiversaron los hechos al momento de informarlos a la autoridad judicial para mejorar su situación procesal, circunstancia que daría cuenta no solo de su voluntad de sustraerse del proceso penal que se le sigue, sino también entorpecer la investigación".
Los fiscales también entendieron que, estando en libertad, los policías pueden "amedrentar y hostigar a testigos y familiares, más aun conociendo los pormenores de un proceso penal por la función propia".
En tanto, la autopsia realizada al cuerpo del adolescente de 17 años en la sede del Cuerpo Médico Forense, reveló que recibió un proyectil de arma de fuego en el cráneo que le provocó una "hemorragia meningoencefálica" y presentaba un surco en el pómulo derecho de una segunda bala.
El pedido de detención fue firmado cerca de la una de esta madrugada por los fiscales Gómez Barbella, a cargo de la fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional 32, y Heim, de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), que se sumó a la investigación del caso.
Pero el juez Martín Carlos Del Viso recién ordenó las detenciones pasadas las 13.30, lo que generó un fuerte rechazo por parte del abogado Gregorio Dalbón, representante de los padres de Lucas en el expediente, quien lo calificó de "tortuga" por la demora.
Otro testigo
Un joven que paseaba su perro por el parque Pereyra en Barracas se convirtió en otro testigo clave del asesinato de Lucas. Este sábado dio detalles del momento en el que los agentes, sin identificarse ni dar voz de alto, dispararon contra los cuatro adolescentes.
"Se le atravesó el auto que estaba completamente de civil a estos chicos, se cruzó abruptamente, se bajaron los policías armados y los chicos la reacción que tuvieron fue de huir o acelerar. En ese accionar se llevaron puesto el carro del policía. Lo rozó al punto que le rompió la puerta", comenzó su relato Nicolás, que es extranjero y vive en el país hace cuatro años.
El policía que venía de copiloto se bajó y disparó contra el vehículo impactando contra el joven Lucas.
Fue en una entrevista a la radio AM 1420, que el joven relató con detalles el momento del ataque de los policías que estaban de civil. "El policía que venía de copiloto se bajó y disparó contra el vehículo impactando contra el joven Lucas. Los chicos estaban en shock, en pánico, corriendo por la calle Luzuriaga, pidiendo por ayuda que su amigo estaba muerto, que le habían disparado", siguió.
El testigo aseguró que fue uno solo de los policías el que disparó, y precisó que el que manejaba el auto y el que iba en la parte trasera del coche "quedaron atrapados entre los dos carros".
"Yo no soy militar, ni policía ni nada. Mi papá era militar, fui a polígonos, tengo un conocimiento básico y por lo que vi y escuché una sola arma disparó, no tengo ningún tipo de dudas. Fueron de 5 a 7 tiros", precisó.
"Pensé que me robaban todo porque parecían chorros, bajaron con el arma en mano como para robar directamente"
Pocas horas atrás, Niven Huanca, que viajaba en la Volkswagen Surán con el futbolista asesinado, también contó detalles que contradijeron la versión policial. "Pensé que me robaban todo porque parecían chorros, bajaron con el arma en mano como para robar directamente", expresó.
Los agentes nunca se identificaron y bajaron de un auto a punta de pistola. Al confundir la secuencia con un robo, el conductor de la Surán, Julián, intentó escapar y fue entonces que comenzaron los tiros. "No parecían policías", reafirmó Huanca.
"El amigo que conducía al ver esta situación intenta doblar para la izquierda, y ahí es cuando escuchamos cinco disparos. Lo tenía a Lucas adelante y veo que le sale una bala de un costado. Ahí Joaquín, que estaba al lado mío, dice: ''Está muerto, lo mataron''", relató el joven.