El 7 de marzo de 2020, también en la cancha de la calle Colón, se había jugado el último partido de fútbol en La Madrid y ayer se cortó esa sequía. Dio la casualidad que se enfrentaran los mismos rivales y que la victoria quedara en manos del local.

De regreso a la actualidad, Racing fue superior casi la totalidad de los 90 minutos y con justicia se quedó con los primeros 3 puntos del torneo organizado por la Dirección de Deportes lamatritense.

Los dos equipos mostraron más entusiasmos que ideas claras y fue lógico teniendo en cuenta que estuvieron casi un año sin actividad y regresaron hace apenas un mes a los entrenamientos. En ese duelo de fuerzas fue la Academia el que mejor las administró y las aprovechó.

Desde la solidez de la defensa y un trabajo criterioso de los volantes, los atacantes del conjunto dirigido por Mauro Zurita -que hizo su debut en el banco albiceleste- aprovecharon las desatenciones y la falta de coordinación de los muchachos de Sebastián Bertolotto.

El primer quiebre del cotejo se dio a los 15 minutos de iniciada la primera etapa. Hubo un faul cerca del área defendida por Talomoni y Dylan Arce se encargó de la ejecución del tiro libre: el potente remate, acompañado por la fuerza del viento, hizo imposible que el arquero pudiera reaccionar y así Racing se puso 1 a 0 en el marcador.

Hasta ese momento el trámite había sido parejo pero de allí en más el dueño de casa comenzó a mostrar superioridad no tanto desde el juego sino más bien en la estratagema y lo psicológico. A partir del orden propio desordenó a su contrincante.

Juan Cruz Boloqui hizo gala de su capacidad de corte y elegancia a la hora de defender. Denis Soudrell se adueñó del trajinar del mediocampo, mientras que el ya nombrado Arce junto a Lorenzo Goñi y Valentín García fueron las armas de peligro para Racing. Barracas por su lado no pudo encontrar casi nunca a Agustín Marconi ni a Nicolás Muñoz y de allí su falta de precisión; sólo cuando Irigaray o Abot se animaron a encarar pudieron encontrar un resquicio.

Igualmente, más allá del gol, el trámite fue parejo y los arqueros pasaron pocos sobresaltos en una primera mitad donde se corrió más de lo que se pensó.

Ya en el complemento, Barracas salió decidido a buscar el empate pero el DT de Racing, previendo esto, cambió fichas y metió al rapidito y encarador Alejo Toranza, y el juvenil no desentonó. También agregó a Diego Popp y Yonathan Arena para que preocupen a la última línea del Lobo.

El conjunto del barrio Chino siguió sin ordenarse y eso le costó tanto en el ataque como en el regreso a posiciones defensivas.

El tándem Popp-Arena dio réditos rápidamente y a los 11´, tras un centro del primero el segundo centratacante definió a boca de arco dejando sin oportunidades al guardameta. Con el 2-0 Racing se ocupó de defender el resultado.

Y lo hizo a partir de Esteban Arroquy; el espigado arquero (que había reemplazado a Popp) tuvo un par de intervenciones que arrancó los aplausos de una y otra parcialidad.

Arriba, Toranza sobre todo, se animó a encarar a los defensores de Barracas y ganó más de las que perdió, sin embargo el marcador ya no se movería hasta el final de los 90 minutos.

Racing ganó por suficiencia y solidez, muchas de las cosas que a Barracas le faltaron. La Copa La Madrid seguirá su curso el domingo venidero cuando Barracas reciba en su casa a Ingeniero Jorge Newbery.