"Mientras surcaban mares y buscaban destino, cada uno de los inmigrantes que llegó a este pequeño rincón del mundo edificó la aldea y modeló su ser. Cada septiembre, este encuentro tiene como propósito perpetuar la memoria y homenajear a quienes, preservando en un sueño, cimentaron Loma Negra". Con estas palabras, el conductor Brian Dobantón abrió el acto protocolar que se realizó ayer por la tarde en el Museo Hogar de Loma Negra para celebrar el Día del Inmigrante.

Lo reafirmó el secretario de Gobierno de la Municipalidad, arquitecto Ernesto "Chichín" Cladera (sobrenombre que le dicen quienes lo conocieron de su etapa de adolescente, cuando se crió en la Villa Alfredo Fortabat), cuando hizo uso de la palabra. Entre otros conceptos, señaló que "a Loma Negra la fueron haciendo crecer todos los inmigrantes que llegaron hace muchos años, nuestros abuelos y bisabuelos, quienes le dieron su impronta. En aquellos años en los que no había peligros para salir a jugar a la calle, donde la vecina era también tu mamá y te retaba si era necesario, porque toda la villa era una gran familia. Mis hijos no pudieron disfrutar de la libertad que yo siempre disfruté en esta localidad, que fue poblada por inmigrantes que llegaron desde distintas partes del mundo y así fuimos creciendo todos".

Es que Loma Negra -como también otras localidades serranas, como Sierra Chica que recibió a muchos inmigrantes italianos y Sierras Bayas que recibió a dinamarqueses o las tres colonias que se poblaron con los alemanes del Volga- tiene una historia rica con los inmigrantes, por lo que fue sumamente acertado realizar este acto en el Museo Hogar donde está guardada, pero a la vista de todos, la historia de la villa que lograron hacer todos los que vinieron desde países lejanos.

Todos formaron parte de esa historia, y sino que lo cuente don Calógero Scarabilli, quien -al igual que muchos que pasaron los 80 años- fue uno de los que estuvo presente para participar de una celebración que tiene que ver con sus sentimientos, con la sangre llegada desde lejos, con la cultura con la que impregnaron estas tierras, con las costumbres que tomaron de sus padres y abuelos para trasladarlas a sus hijos, y así continuar con un legado de familia y de patria que permanecerá inalterable pese al paso de los años.

Claro que las historias de aquellos inmigrantes, y los de no hace tanto también, no estuvieron envueltas en momentos bonitos. Generalmente, la mayoría, sufrió mucho. Aquellos que llegaron en el 1800 y los que vinieron en los primeros años de los 1900, porque el desarraigo duele y mucho, pero ellos llegaron para hacer una nueva vida, para generar raíces y para iniciar un camino nuevo, mirando hacia adelante porque era inevitable que se cayeran las lágrimas cuando se giraba la cabeza y los recuerdos para mirar hacia atrás. "En un momento, en Loma Negra había inmigrantes de veinte nacionalidades distintas. Pero era gente que vino a trabajar, a labrar la tierra, todos fueron así" comentó Mario Masson, presidente del club Loma Negra, descendiente -precisamente- de los alemanes del Volga.

Pero también lo sufrieron quienes vinieron hace menos tiempo. Y así lo dijo Patricia Pérez, descendiente de inmigrantes chilenos. Lo sufrió en la escuela con algún comentario crudo y duro, hasta despectivo si se quiere, porque llegó justo cuando la Argentina y Chile estaban en pleno litigio por el canal de Beagle, y entonces era "la chilena". Pero felizmente las cosas fueron cambiando y entonces pudo ver la vida de otra manera: "Yo tengo dos patrias. Nací en Chile, pero la Argentina me recibió y aquí me crié. Y fue Loma Negra, este pueblo, en el que me crié, por lo que siempre estaré agradecida a su gente" afirmó, para reflejar que es una lomanegrense más, por supuesto.

El acto se inició con la presentación que estuvo a cargo de Mirta Schmale, para luego ingresar al salón -que estuvo colmado y quedó chico, realmente, lo que refleja la gran respuesta de la gente a tan grato y cálido momento- los abanderados de las distintas entidades y establecimientos educacionales, como del Jardín de Infantes 905 "Constancio Vigil", Escuela Nro. 12 "Marie Curié", Escuela Secundaria Nro. 3 "Amalia Lacroze de Fortabat", el Destacamento de Bomberos Volunarios Nro. 1 de Loma Negra, Centro de Adaptación Laboral "Madre Teresa de Calcuta", alumnos de la Escuela Nro. 79 "Alfredo Fortabat", Jóvenes Abuelos y Veteranos de Malvinas, así como delegaciones de distintas colectividades locales (Chile, Bolivia, Italia, Uruguay, Australia, República Dominicana, así como alemanes del Volga y País Vasco) con sus respectivas banderas. Entre las autoridades estaban Ernesto Cladera, el director de Delegaciones César Bournot, la delegada municipal Valeria Milía, la directora de Patrimonio Agostina Gori -dependiente de la Subsecretaría de Cultura y Educación-, y la encargada del Museo Hogar lomanegrense Sandra Marina Areco.

Luego del retiro de las banderas se escuchó el audio del poema que se hizo en homenaje al poeta argentino José Pedroni, para cerrar el acto el coro Sonamos -dirigido por el profesor Juan Loza- que cantó seis canciones (hubo un par que interpretan las murgas uruguayas), recibiendo el aplauso de todos. Finalmente hubo tortas y jugo para todos, y la mayoría se quedó charlando, para recordar historias de muchos años que los inmigrantes siempre se van a encargar de que se mantengan vigentes.