"Hace unos días movilizados por la fe un grupo de vecinos partimos a un cerro encantado de la ciudad de Salta. En las primeras tres ciudades vecinas sumamos el resto del pasaje y con la presentación de las coordinadora nos transformamos en peregrinos.

"Luego de más de un día de viaje amenizado por cordiales comentarios, algunos rezos y mucho mate llegamos a la ciudad deseada. Nos instalamos y nos preparamos para lo que íbamos a vivir en cuanto amaneciera el nuevo día.

"Muy temprano repasamos todos los consejos brindados por las coordinadoras intentando vivir con plenitud la nueva experiencia que ya latía en nosotros. La ansiedad se potenciaba a medida de que nos fuimos agrupando al pie del cerro, encontrándonos con más de 50 mil almas desconocidas, unidas por el mismo misterio de fe.

"Iniciamos la peregrinación al cerro en doble fila india, cubiertos por la sombra agradable de los árboles que escoltan al pasar. A medida que avanzamos la pendiente, un silencio cada vez más firme se hace sentir en el ambiente.

"Asombrados por la gran cantidad de gente que se moviliza llegamos a la cumbre del cerro. Con la ayuda de un experimentado peregrino nos ubicamos en el lugar preferencial y nos preparamos para disfrutar de algo desconocido.

"Era inminente la presencia de ella entre nosotros materializada en la armonía del lugar. Verla tan cerca te inunda de emoción y congoja. Con sus primeros contactos entre la gente verificamos realmente que algo especial pasó en el cerro.

"Entre lágrimas, asombro y felicidad pasamos todos a tener contacto con ella, y ella se encargó de estar con cada uno de nosotros. Te hace sentir que todo lo puede, que todo lo ve, que uno no tiene que explicarle nada, solamente abrirse espiritualmente.

"La vuelta supera la llegada, ya pasaron siete horas y ni el apetito y el cansancio han llegado. Es tan grande la carga emocional recibida que el descenso se hace realmente corto y el deseo de permanecer en esa paz es muy grande.

"Ya de vuelta en el micro no somos el mismo grupo, algo mágico vivimos que cada uno capitaliza de la mejor forma. Emociona escuchar todas las experiencias logradas, pero mucho más emociona saber que los 60 que fuimos prometimos volver cuando ella lo permita. Gracias a todos los que hacen posible todo esto".