Siete consejos para cuidar a tu perro en primavera
Alergias, picaduras de insectos, parásitos... Son algunas de las patologías más comunes que trae consigo la primavera y el buen tiempo. ¡Atentos!
Alergias, picaduras de insectos, parásitos... Son algunas de las patologías más comunes que trae consigo la primavera y el buen tiempo. Y aunque esta estación del año es maravillosa para pasear y observar como florecen los árboles, es importante prevenir a nuestras mascotas de algunos riesgos.
¡Toma nota!
Al igual que nos sucede a los humanos, nuestros amigos peludos también pueden verse afectados por el polen y provocarles síntomas tan comunes como el lagrimeo, los estornudos o los picores. En estos casos debemos acudir al veterinario para que le realice las pruebas necesarias y le asigne el tratamiento oportuno para combatir la alergia en caso de ser detectada.
Con la subida de las temperaturas, la actividad de los insectos (abejas, arañas...) también aumenta. Por lo que existen riesgos de picadura en caso de que nuestro perro juegue cerca de ellos o intente morderlos.
Los síntomas de una picadura son múltiples, pero lo más importante es estar alerta de posibles inflamaciones en la boca o la garganta ya que pueden generar graves insuficiencias respiratorias o incluso asfixia.
La leishmaniosis es una enfermedad se propaga a través de la picadura de los mosquitos, sobre todo del Phlebotomus que habita en la cuenca mediterránea. Algunos de los síntomas son: pérdida de peso, caída del pelo, hemorragias nasales y diarreas entre otros.
Para evitar esta enfermedad en nuestro perro debemos utilizar productos preventivos como los repelentes o antiparásitos externos. No obstante también existe una vacuna contra la leishmaniosis en caso de que se vea afectado por la misma.
Las orugas del pino o procesionarias descienden de su nido en lo alto de los pinos entre febrero y marzo y bajan por el tronco una detrás de otra como en una procesión (de ahí su nombre). El problema de su aparición es que están recubiertas por pelos urticantes que al clavarse en la piel liberan una toxina muy peligrosa, sobre todo si se clavan en la lengua o en la laringe.
Aunque lo mejor para evitarlas es alejarse de los pinares, también existen otros remedios para poder prevenir a nuestras mascotas.
Existen muchos parásitos internos y externos que pueden afectar a la salud de nuestra mascota. No obstante, en primavera son muy comunes las pulgas y garrapatas.
Estos parásitos se alimentan de su sangre y pueden provocarles hemorragias además de transmitirles distintas infecciones y enfermedades. Al igual que con los mosquitos y otros insectos, podemos prevenir estos parásitos utilizando distintos productos.
Las espigas son abundantes tanto en zonas campestres como en parques urbanos. Son peligrosas porque las semillas que desprenden pueden clavarse en zonas sensibles como los ojos, la nariz o los oídos provocando diversas infecciones o inflamaciones (otitis, úlceras corneales...).
Los perros de pelo largo son más propensos a este problema, pues su pelaje facilita la adherencia de las semillas. Por eso, si acostumbramos a pasear a nuestra mascota en lugares donde abundan las espigas, lo mejor es cortarle el pelo y hacerle una revisión después de cada salida. Y si observamos alguna espiga clavada, tendremos que llevarlo rápidamente al veterinario para que la extraiga cuanto antes.
Tanto en primavera como en otoño nuestro perro realiza un cambio de muda en el que suelta más pelos de lo común y es posible que nos llene el sofá o cualquier otro sitio donde se tumbe de ellos. Esto es algo que no podemos evitar ya que les sucede a todas las mascotas.
Simplemente debemos tener en cuenta varios consejos para controlar la muda de pelo y mantenerle sano.