En un mundo donde la carne y los lácteos eran la norma, Laura Vannelli se destacó por tomar una decisión poco común a la temprana edad de 9 años: se convirtió en vegetariana. Esta elección fue impulsada por una experiencia que cambió su vida mientras visitaba a sus abuelos en el campo de Escobar. Fue testigo de la brutal matanza de una vaca y, desde ese momento, decidió que nunca más comería animales.

La infancia de Laura se desarrolló en un ambiente italiano, donde la comida era el centro de atención en la mesa familiar. A pesar de la presión de su familia para que comiera carne, Laura mantuvo su firmeza en su elección vegetariana. "¡Imagínate lo que era pedir que entendieran que no quería comer carne, que no quería tomar leche! ¡Esto pasó hace 50 años!", exclama Laura.

Su abuelo fue carnicero, se hizo vegetariana cuando vio matar a una vaca y abrió un restaurante veggie en Martínez

Su abuelo, que era carnicero, no entendía su oposición a la matanza de animales, pero la herencia de su linaje la emociona. "Mi bisabuelo curaba a la gente con yuyos, y según mi tía abuela, lo mataron porque él de verdad curaba", comparte Laura.

A pesar de los desafíos, Laura se mantuvo firme en su elección vegetariana a lo largo de los años. Actualmente, a los 59 años, se enorgullece de su salud y bienestar, sometiéndose a controles médicos anuales y tomando algunos suplementos nutricionales para garantizar su equilibrio nutricional.

Su abuelo fue carnicero, se hizo vegetariana cuando vio matar a una vaca y abrió un restaurante veggie en Martínez

Una experiencia clave en su vida fue la consulta con un médico homeópata que la convenció de evitar consumir lácteos y frituras. Laura era fanática de los helados, pero cambió sus hábitos de alimentación y experimentó mejoras significativas en su salud. "En 15 días se me fueron todas las flemas que tenía, no me dolía más la cabeza, mi digestión empezó a mejorar día a día... Dejé de tomar antibióticos y entendí que, efectivamente, había comidas que consumía que no eran para mí", relata con pasión.

Con el tiempo, Laura se convirtió en una autodidacta de la cocina saludable y comenzó a investigar la relación entre la alimentación y la salud. "Somos un todo. Las emociones afectan nuestra digestión y nuestro hacer cotidiano", afirma. Decidió combinar sus conocimientos con la macrobiótica y la alimentación viva (raw food), lo que la llevó a fundar el restaurante Mattinata en Martínez.

Su abuelo fue carnicero, se hizo vegetariana cuando vio matar a una vaca y abrió un restaurante veggie en Martínez

Desde Mattinata, Laura trabaja para brindar acompañamiento, información y herramientas a las personas que buscan un estilo de vida saludable y consciente, promueve una propuesta que no se rige por rótulos ni etiquetas, sino por la elección de alimentos que sean sustentables y armónicos con el cuerpo y el planeta. "Hoy es fácil tener información sobre lo que comemos", concluye Laura, mirando hacia un futuro en el que la alimentación consciente y saludable es una opción accesible y respetuosa con el mundo que nos rodea.