La víctima de esta situación ha visto afectada su vida cotidiana y su salud, y cuenta actualmente con una custodia permanente por parte de la Policía.

César García explicó que su defendida, de quien pidió resguardar la identidad, recibió primero mensajes de texto, luego de Whatsapp y, más tarde, a través de perfiles falsos de Facebook. Esto progresó a lo largo de una semana durante el mes de diciembre y, finalmente, recibió una nota en su domicilio. Todos los mensajes tenían contenido de índole sexual.

En esa instancia se decidió a denunciar lo sucedido con lo que recurrió a la asistencia de García con quien presentaron la denuncia en la sede del Poder Judicial. Las actuaciones quedaron en manos de la UFI N.º 10.

El representante legal sostuvo que en todos los casos es "el mismo" acosador. Al principio, la víctima "no le dio demasiada entidad o importancia porque le parecía una travesura, o alguien que le gustaba, o un amigo" indicó García para agregar que "cuando ya empezó a tornarse el discurso un poco más agresivo e incisivo en el aspecto sexual, ella se empezó a preocupar porque obviamente desconocía a la persona". Fue en esa instancia en que se decidió a denunciar en la Justicia ya que "recibió un papel por debajo de la puerta".

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