El nacimiento de un bebé es uno de los acontecimientos más importantes de una familia. Por eso, Unicef y varios hospitales de la provincia implementan la estrategia llamada Maternidades Seguras y Centradas en la Familia (MSCF), una modalidad de atención humanizada, que focaliza en los derechos de las mamás y sus hijos, y que sirve para la reducción de las muertes materna y neonatal.

Estas maternidades contemplan, por ejemplo, que la mujer elija la posición que le resulte más cómoda para parir, que opte por quien quiera para que sea su acompañante en el parto, que no tenga horarios para ver a su bebé en la neonatología y que le presten ayuda para dar de mamar.

En los últimos dos años las muertes maternas e infantiles se redujeron en la Provincia. La primera en un 32 por ciento, al pasar de 4,3 a 3 por cada 10 mil nacimientos. Las muertes anuales de los bebés menores de un año bajaron de 11,5 cada mil nacidos vivos a 10,9 por mil. Con esos datos en mano durante las actividades por la Semana del Parto respetado -que cierra mañana- las autoridades sanitarias bonaerenses dijeron que la baja en las tasas "son resultados concretos de las maternidades seguras y centradas en la familia, porque se empodera a los papás y el equipo de salud trabaja en torno de ellos con mucho respeto por sus derechos y necesidades, como deber ser".

En la provincia de Buenos Aires este modelo comenzó a aplicarse en junio de 2010 en 36 hospitales y, en la actualidad, ya son 64 los que emplean la estrategia.

Las maternidades seguras priorizan la internación conjunta del bebé con su mamá. Está comprobado que el contacto de la piel entre la madre y el recién nacido, desde el primer momento, estimula la lactancia, mejora la estabilidad cardiorrespiratoria, beneficia la termorregulación del bebé y disminuye el estrés de ambos. "Además, la inclusión del padre y del resto del grupo familiar en el proceso y en la internación neonatal también son acciones fundamentales para acompañar a la parturienta, quien no sólo ha experimentado cambios físicos sino también psicológicos y emocionales", indicó la directora de Maternidad e Infancia, Flavia Raineri.

"Es por eso que el respeto por la decisión de la embarazada es fundamental. La mujer debe estar informada en todo momento sobre la evolución del parto. Es importante escuchar sus sentimientos, emociones y requerimientos, porque ella conoce su cuerpo mejor que nadie", manifestó Rainer.

Parto respetado

Un parto es respetado si se cumplen las siguientes condiciones:

La mujer debe ser informada sobre las intervenciones médicas que pudieran tener lugar durante el proceso de parto, de manera que pueda optar libremente en caso de que existan diferentes alternativas.

Debe ser tratada de modo individual y personalizado, en consideración con sus pautas culturales.

La embarazada no está enferma. Debe ser considerada como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.

Tiene derecho al parto natural, respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación si no es estrictamente necesario.

Debe ser informada sobre la evolución del parto y el estado de salud de su hijo o hija.

Es aconsejable y necesario que esté acompañada por una persona de confianza durante el trabajo de parto, el parto y postparto.

Debe tener a su lado al bebé durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.

DIB