Talleres Protegidos: "La decisión es abrir el Hogar a fines de marzo o en abril"
"Un poco de burocracia y otro poco el factor dinero. No es fácil, todo influye y nos demora", dice Rosita Muia, referente de Talleres Protegidos, con la mirada centrada en la puesta en marcha si o si del Hogar ubicado en Ituzaingó 250. Inaugurado en octubre de 2017 el lugar permanece cerrado. Desde la institución, buscan padrinos para garantizar los ingresos para sostener al personal.
"Hay mucho personal especializado y si querés que la gente trabaje a gusto y como corresponde hay que tener dinero para pagar. Todo eso ha demorado la apertura. La pandemia nos ha hecho pensar mucho. A principio de año estábamos para arrancar, teníamos una idea en conjunto pero la pandemia paró todo", explica Muia en dialogo con "Mejor de Mañana" que se emite a través de EL POPULAR Medios.
"El Municipio tuvo cosas más graves que atender", apunta la referente de Talleres Protegidos, tras confirmar a este medio que "la comunidad de Talleres ha decidido que a fines de marzo o abril tenemos que abrir el Hogar porque es muy necesario. Algunas familias lo están esperando con mucha ansiedad. Es un sueño de tantos años... Lo queremos ver ocupado por nuestros chicos".
-La habilitación ya está, Bomberos de Azul realizó la inspección correspondiente y el Ministerio de Salud dio su aprobación.
¿Qué es lo que impide la apertura del Hogar?
El equipo técnico que está formado y empezó a trabajar para el Hogar está en tratativas con las mutuales. Quedan unos cuantos chicos que no tienen mutual, que pertenecen al Plan Incluir Salud (ex Profe). Necesitamos esos ingresos para poder inaugurar el Hogar y estamos trabajando en eso, buscando padrinos para que cada uno aporte lo que pueda para apadrinar a un chico o a la mitad de los gastos necesarios para poder pagar al personal del Hogar. El Hogar está listo. Los pastos están crecidos pero nos cuesta mucho mantenerlos. Ahora un señor que es de las sierras, muy gentil, que la vendrá en forma desinteresada ninguna a desmalezar el terreno.
-En caso de destrabarse esta situación, ¿qué faltaría para que sea en óptimas condiciones?
Faltar no falta nada. Está todo: cocina, habitaciones con unas colchas preciosas que hicieron señoras del Tejetón, sábanas que mandó el Ministerio de la Nación y otras que nos donaron en Olavarría como el señor Sosa y gente ayuda que nos dona para tener cambio de sábanas. Tenemos todo lo material. La vajilla que faltaba, la logramos a través del señor Spinella. En cuanto al edifico no falta nada. Sólo falta tener la seguridad de tener el dinero todos los meses para pagarle al personal. En eso estamos, entrevistando gente. Nos toca momento muy difícil. Habíamos pensado en tener una reunión con empresarios y entre todos ver cómo íbamos a lograr el dinero más que nada hasta hacer cadena con las mutuales y se hiciera más fácil. Pero quedaron truncas las reuniones en la Municipalidad por la pandemia. Ahora estamos teniendo charlas particulares y pienso que nos van a ayudar, con la mano de Dios que nunca nos ha abandonado y la gente de Olavarría que es super solidaria.
-Pero las reuniones se fueron restableciendo...
No alcanzamos a llegar a las reuniones. Hicimos una virtual donde estuvo el Intendente y luego nos manejamos con (el secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida, Diego) Robbiani. No hay dudas de que tiene la mejor predisposición y tanto interés como nosotros de abrir el Hogar. El taller no tiene banderas políticas: con todos los gobiernos hemos estado bien y todos nos han ayudado. Sé que no le falta voluntad pero son de público conocimiento todos los problemas que tiene el Municipio y como ha quedado un poquito de lado este tema estamos haciendo distintas gestiones para poder llegar con el dinero y decir tengo para afrontar los sueldos 3 o 4 meses hasta tener la aprobación de las mutuales y empecemos a cobrar.
-¿Con qué cantidad de personal trabajará el Hogar?
Está el personal estable de la organización, el equipo técnico con un médico, una asistente social, un psicólogo y una terapista ocupacional o psicopedagoga que no cumplen el horario de 8 horas pero sí analizará el movimiento y lo que se haga en el Hogar durante el día. Yo defiendo mucho los geriátricos y tenemos algunos chicos ahí pero no es lugar para ellos. Es muy importante que estén con sus pares y tengan distintas actividades. Ya tenemos profesores de integración por el arte que se ofrecen a ir a darle clases a los chicos de plástica, danza, teatro. Queremos que vivan en el Hogar como si fuera como su casa o mejor. No han tenido colonia y nosotros mismos lo planteamos. No me hubiera animado a convocar a los padres a mandar a los chicos a la colonia porque son personas de riesgo.
-¿Ya comunicaron la decisión al Municipio que la apertura será en marzo-abril?
No, es la primera vez que lo expresamos. Toda la comunidad de Olavarría sabe que tenemos todos los esfuerzos puestos en el Hogar y sí nos preocupa el Taller cerrado. Ahora estamos de de vacaciones para darle un descanso a las supervisoras que todo el año estuvieron sumamente recargadas por el trabajo sin la presencia de los chicos.
Nunca en primer plano
-Justamente, en este año de pandemia hubiera sido muy importante tener el Hogar en funcionamiento o que al menos se agilizara su apertura...
Importantísimo. Si hubiéramos tenido el Hogar hasta podríamos haber convocado durante los fines de semana por grupo e invitarlos a compartir un almuerzo, que escuchen música, con juegos al aire libre, en grupitos y que participaran porque lugar sobra y se puede hacer. Todo eso nos tiene muy mal a toda la comunidad del Taller. Esta pandemia nos tomó tan de sorpresa a todos... Ahora se nos ocurren las ideas pero cuando estaba todo tan delicado, al principio, era muy difícil pensar. No me quiero disculpar ni justificar pero no es fácil. Nos teníamos que ocupar de los chicos que no tienen medios y que a nadie la faltara nada. Tuvimos ayuda de alimentos del Consejo Escolar y de la Provincia que llegaban a través del diputado (César) Valicenti y su gente. No ha faltado materia prima para comer. A muchos les están faltando frutas y verduras que el comedor lo teníamos planificado con la nutricionista del Municipio. Eso falta pero nada es perfecto y esta situación nos ha descolocado a todos. No critico ni pongo en tela de juicio nada. Escucho muchas cosas que tal vez son ciertas pero es fácil opinar de afuera. No ha sido fácil para nadie ni autoridades ni escuelas y con más razón a las personas que atendemos a personas con discapacidad nos agarró sin previa planificación. Se hizo sobre la marcha. Hicimos lo que pudimos, lo mejor que pudimos. Nada es suficiente porque se hubiera necesitado actividad social. Lo vivo en carne propia con mi hijo: en invierno anduvo bien pero ahora se plantea ´qué hago de mi vida´. Hacía todo, teatro, pileta y escucho a muchas mamás que me llaman por teléfono.
-Claro, la cultura no es un capricho sino una necesidad y hace tan bien el arte.
Lo defiendo, sí y en nuestro taller siempre fue prioridad la parte social, la integración, que se sientan personas incluidas en todos los ámbitos. Esto es lo que más nos ha perjudicado. Extrañan el taller, más allá del trabajo que era rutina, todo lo demás que hacían. Es tan o más importante que el trabajo, que se sientan valiosos, útiles, necesarios, que son importantes y tienen un ego bastante alto. Se consideran los mejores, tan puros y tan buenos y con tanto amor para dar que es lo que les está faltando a todos. Pero la discapacidad nunca estuvo en primer plano para ningún gobierno ni nacional, ni provincial ni comunal. A pesar de que recibimos ayuda de la Municipalidad, vemos que no es primordial. Es nuestra cultura así.
-Un dato a considerar ses que el Hogar de Talleres Protegidos no está instalado en un lugar visible...
Se va a tomar conciencia cuando este en marcha y se vea el movimiento. Ahí es donde se tomara dimensión de lo que representa. Hubiera ayudado a los chicos viviendo en el Hogar y a toda la comunidad del taller. Lamentablemente es esta sociedad en el momento que nos toca vivir. No le echemos toda la culpa a la pandemia. Pero tengo esperanzas. Tengo mucha fe en Dios, confío en que a muchas personas la pandemia nos ha hecho descubrir que las cosas tienen otro valor y la mente ha cambiado en positivo y agradezco porque con la ayuda de ustedes la gente nos visibiliza si no pasamos desapercibidos.