Araceli Cuniolo nos recibe en su casa, nos muestra su taller y comienza a contarnos sobre su emprendimiento: "cuando me jubilé, yo soy docente jubilada, pasé de trabajar ocho horas en dos escuelas a estar todo el día sin nada para hacer, y como a mí siempre me gustó hacer artesanías, cosas con las manos, empecé pintura en Loma Negra, con la mamá de una chica que era compañera mía y me encantó, empecé pintando cajitas de té que tenía acá en casa, cosas que tenía y esa cajita que reciclé la vendí, en la primera feria que fui. En un principio, el emprendimiento lo hacía con una amiga, que nos jubilamos juntas, íbamos y comprábamos o hacíamos nosotras, cortábamos, con coraje, porque empezamos con serruchito común, no teníamos otra cosa. Después de un tiempo mi amiga dejó el proyecto porque se enteró que iba a ser abuela y se le complicaba con los horarios. Y yo seguí, y sigo yendo a Loma Negra una vez por semana. Y me encanta, porque la profesora es una genia". 

Sobre su primer feria, Araceli nos cuenta que "mi hermana me dice, `mira, hay una feria en el club Villa Floresta. ¿No se animan a hacer cosas y van?? le digo que no, ni siquiera tiene nombre el emprendimiento, pero mi hermana insistió y hasta nos ayudó a pasar la base a las cosas para poder hacer más cantidad y llevar más artículos para vender. Mi hermana también colaboró con el nombre, mi amiga y yo queríamos poner nuestras iniciales, pero mi hermana nos sugiere Fascinarte, porque buscamos transmitir nuestra fascinación por el arte. Así que quedó Fascinarte, un nombre que me encanta. Cuando tenés una feria lo primero que  pensas es en la cantidad de productos que hay que llevar. Yo, armaba la mesa que iba a llevar a la feria acá en casa, y le iba acomodando los productos, tal vez me faltaba algo, entonces seguía haciendo cosas y capaz que me quedaba hasta tardísimo a la noche, cosa de poder hacer algo más. Después llevaba un biombo donde colgaba algunos relojes que hacía, destapadores de pared, ahora que estoy un poco más canchera, ya que hace cinco años que estoy feriando, llevo de treinta artículos para arriba. Y preparar todo eso te lleva mucho tiempo, porque nosotros cortamos, armamos y después yo pinto. De a poquito fuimos comprando algunas herramientas, Y ahora, además de tener  mi tallercito, tenemos otro taller afuera en el que trabaja mi marido todas las cosas en hierro, porque hacemos un combinado de madera y hierro y como él es tornero me ayuda con los percheros, los portacascos y todos los detalles en hierro". 

Araceli recuerda que "en una época vinieron a verme los chicos de desarrollo económico, Leo y Paula. Y todo lo que me dijeron, me re sirvió, porque yo no estaba organizada de ninguna manera con mi emprendimiento, lo que hacía era comprar los materiales, armar, pintar, sin dejar constancia de lo que gastaba y lo que ganaba en cada venta. Ellos me orientaron sobre cómo hacer una planilla para registrar entradas y salidas y así saber bien cuál es mi ganancia, además de saber que se vende más y en qué mes. Desde entonces tengo un registro de todas las ferias a las que voy, anoto todos los productos que llevo y también voy anotando lo que vendo, esto me permite ver en qué lugares se vende más. En la plaza por ejemplo en fechas puntuales, se vende re bien, día de la madre, día del padre, día del amigo, Navidad, esas son fechas en las que se vende muy bien".

Aunque su amiga dejó Fascinarte, Araceli no está trabajando sola, ella nos dice que "es un emprendimiento familiar, porque colabora mi marido con todo lo que es hierro y mi hija lo hace manejando la cuenta de Instagram, ella es la que saca las fotos y las publica, igual de a poco me está enseñando a manejarlo. Ahora, para el día del padre estamos armando, destapadores de pared, percheros, haciendo juego con bandejitas, armando portacascos, alguna bandeja con yerbera y azúcarera, hechas con latas recicladas, estamos pensando específicamente en regalos para  papá. Armamos todo nosotros, compramos la madera y la cortamos nosotros, usamos fenólico, MDF, algo de pino y cuando conseguimos, usamos madera reciclada".

"Mis primeros trabajos los hacía con acrílicos, con el tiempo fui pasando a la pintura a la tiza, que es la que más uso ahora, también utilizo diferentes barnices, vienen barnices de distintos colores, y en algunas ocasiones utilizo el óleo, por ejemplo en un esfumado. Siempre están saliendo nuevos productos para trabajar y de a poquito tenés que ir teniéndolos. Lo bueno de seguir yendo a pintura es que estoy perfeccionándome constantemente", dice Araceli.

"Cuando estoy pintando, me olvido de todo", nos cuenta Araceli, "me levanto, tomo unos mates, desayuno y me voy al taller. Ese es mi lugar, prendo la radio o la tele, a la que no le presto atención porque estoy pintando y capaz que estoy toda la mañana en el taller. Es más, trabajo más que cuando trabajaba en la docencia, porque al tenerlo en casa, terminamos de comer o mi marido está en la fábrica, mi hija se fue a trabajar, entonces voy nuevamente al taller. Si salgo a caminar o a running, cuando vuelvo derechito a pintar. A mí me encanta, me encanta hacerlo, me gusta pintar".

Araceli reconoce que "cuando me jubilé perdí mucho de la parte social, si bien me junto con mi familia, en la peña con mis amigas, me faltaba toda esa parte social que me daba la escuela y en las ferias recuperé eso que había perdido, en las ferias, soy feliz. Yo quería algo para para mí, para mi crecimiento. Quería seguir teniendo ese contacto con la gente. También me hace bien seguir yendo a Loma Negra, no me pesa, desde el día anterior a ir al taller estoy pensando a ver qué puedo llevar, cómo lo voy a hacer. Me gusta, me gusta lo que hago, me encanta. Otra actividad en la que estoy incursionando es con los amigurumis, hice un taller que daban en Artimaña y me encantó realizar esos pequeños muñequitos tejidos que también me acompañan a las ferias".

A quienes les guste los artículos en madera y hierro pueden seguir a Araceli en su Instagram @fascinarte_