Uno de los puntos centrales es que esta propuesta surge como respuesta al aumento del parque automotor, dado que entre 2010 y 2018 se sumaron al Partido de Olavarría cerca de 10 mil vehículos. Marinaro refirió sobre esta situación que "este crecimiento se desarrolló en una infraestructura urbana que no se vio modificada a tono con el ritmo, lo que de alguna manera deterioró tanto el confort de la circulación como la seguridad vial".

Luego de un estudio de prefactibilidad técnica, el ingeniero presentó un proyecto que propone hacer un paso subterráneo en el sector del cruce de Pringles y Del Valle, avenidas sobre las que se destacó que sus prolongaciones son de acceso y egreso del casco urbano, hacia zonas industriales, comerciales y escolares. Este paso, en oposición de lo que sería un puente, es "visualmente más ‘limpio’ y mucho más silencioso", se describió. De forma paralela la rotonda sería removida y reemplazada por semáforos.

La creación de este puente subterráneo afectaría el cruce de las calles Amparo Castro y 9 de Julio para la construcción de las rampas de acceso y egreso. Además el proyecto contempla que el paso bajo nivel tenga un sólo carril por sentido debido al volumen de tránsito que hay en demanda, y que estaría restringido a vehículos pesados.

Desde la Facultad de Ingenería se expuso así que, a través del trabajo y mediciones realizadas en el lugar, el ingeniero identificó que "casi el 70% de los vehículos que transitan por las intersecciones de ambas avenidas, cruzan las vías", y en el 83 por ciento se trata de vehículos livianos.

Se describió desde la FIO que "la propuesta se asemejaría a algo así como un puente invertido o un túnel subterráneo, pero que lleva el nombre de paso bajo nivel, precisamente porque los vehículos pasarían por debajo del nivel actual". Se destacó que este paso a nivel reduciría a cero el riego de una colisión sobre las vías del tren.

"El medio de la ciudad"

"Si vemos Olavarría desde arriba, veremos que tanto las vías férreas como la avenida Del Valle cortan la ciudad por el medio, quedando esta intersección muy cerca del centro geométrico de la ciudad. Podemos decir que está ‘en el medio de la ciudad’. Claramente es una intersección urbana", explicó Joaquín Marinaro, para dar a entender la importancia que tiene la obra propuesta para la ordenamiento vehicular en la ciudad.

Sin embargo, el joven ingeniero advirtió que "la actual infraestructura no logra regular los diferentes modos de transporte, necesaria tanto para conductores como para peatones".

Tal es así que, según se planteó, además de la fluidez y seguridad que brindaría, ya que de acuerdo a los cálculos de Marinaro el 67% del tránsito pasaría por allí, "el bajo nivel tiene ventaja de zonificación, puede estar ubicada en una zona comercial o de viviendas sin afectar su entorno, en cambio cuando vemos lo que genera por ejemplo un puente, es todo lo contrario. La contaminación visual, sonora y la falta de privacidad que genera que un auto pase a la altura de un tercer piso son impedimentos muy grandes en zonas comerciales y de viviendas", culminó el especialista.