Una persona en Olavarría para no ser indigente necesitó 3.457,90 pesos mensuales. Y para no ser considerado pobre debió superar los 8.541 pesos. En tanto, un grupo familiar necesitó el mes pasado más de 26.300 pesos para no quedar bajo la línea de la pobreza. Los datos corresponden al informe mensual que elabora el Partido Socialista de Olavarría junto con su Centro de Estudios. Allí se detallan los datos de la CBA (Canasta Básica de Alimentos) y la CBT (Canasta Básica Total) del mes de febrero, en el décimo año de mediciones periódicas.

En la medición promedio de la ciudad con respecto a los datos recogidos en enero pasado, la CBA y la CBT crecieron un 8,95%. En cuanto al aumento interanual -comparación con febrero de 2018- la suba fue del 69%.

Los autores ofrecieron otra comparación: la variación de precios e ocho años, de febrero de 2011 respecto del mismo mes de 2019 en nuestra ciudad y con los mismos parámetros, marcó un aumento del 818,21% en la CBA y 924,44 % en la CBT.

Ingresos requeridos

De los datos recogidos, los autores evaluaron que una persona adulta para no ser indigente debería percibir un ingreso mensual de pesos 3.457,90 pesos. Se trata de unos 249 pesos más que el registro en enero de 2019. La variación según el sector relevado se movió entre 3.133 pesos y 3.955 pesos.

Para estar por encima de la línea de la pobreza, esa misma persona debió contar con ingresos por pesos 8.541 en febrero. Esto implicó 702 pesos más que el mes anterior.

Con estos mismos datos se realizó el cálculo de la CBA para un grupo familiar constituido por dos adultos y dos menores. Como resultado se registró la suma de 10.684,90 pesos; lo que significó un aumento de 878,5 pesos más que en enero.

En cuanto a la CBT, es decir los ingresos que deberían percibir en dicho hogar para no caer por debajo de la línea de la pobreza, ascendieron en febrero a 26.391,70 pesos, casi 2.170 pesos más que en enero.

Se aclaró que para el cálculo de la CBA, que es el indicador de la línea de la indigencia, se mantiene la toma de datos en cinco sectores de la ciudad: Microcentro, San Vicente, Mariano Moreno, Pueblo Nuevo y zona norte del barrio Roca Merlo.

Por producto

A su vez, el informe del Partido Socialista local expone los aumentos por producto que compone la canasta básica. En febrero, la leche fue el producto que más aumentó con respecto al mes de enero: un total de 88%.

Por su lado, la carne aumentó un 9%. Se tuvo en cuenta que las carnes tienen una participación en la composición de la CBA del 36% del total.

En tanto, la harina y sus productos derivados componen el 23% de la canasta con lo que mantienen alta participación. De la misma manera, frutas y verduras también tienen una participación del 2 %.

La leche es el 8% aproximadamente de la CBA. El resto de los productos insumen alrededor del 10% restante y corresponden a arroz, dulces, queso, bebidas y otros comestibles.

Oficial

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó también los costos de las CBA y la CBT para febrero de 2019 en el país.

Una familia tipo -dos adultos y dos menores- necesitó 27.570,43 pesos para evitar caer bajo la línea de pobreza (CBT), valor que se ubicó seis puntos por encima de la inflación acumulada en los 12 meses previos.

Según el Indec, la variación interanual de la canasta básica total fue del 57,2%, mientras que la suba de precios promedio fue del 51,3%. Esto se explica por el impacto que tuvo el aumento de los costos en los alimentos sobre la inflación de febrero, que llegó al 5,7 por ciento.

De esta forma, una familia tipo necesitó 10.032,55 pesos más en febrero de este año que en igual mes de 2018 para evitar ser considerada pobre. Hace 12 meses, el valor de la CBT según el Indec era de 17.537,88 pesos. En comparación con enero, la suba de esa canasta fue del 4,3%, que representa un incremento en su valor de 797,51 pesos.

En tanto, la canasta básica alimentaria (CBA), que tiene en cuenta la cantidad mínima de alimentos para la subsistencia y define la línea de indigencia, fue estimada por el Indec en 11.117,11 pesos, con un alza interanual del 59,1%.

En términos nominales, esta variación que supera en ocho puntos a la inflación promedio implica un incremento en el costo de la canasta alimentaria de 4.129,91 pesos en un año. En otras palabras, una familia de cuatro personas necesitó en los últimos 12 meses un incremento de esa magnitud en sus ingresos para no caer en la indigencia.

Con respecto a enero, la CBA aumentó un 5,1% -más de dos puntos por encima de la inflación- y se incrementó 539,95 pesos en un mes. En la estimación individual, el Indec definió que en febrero una persona adulta necesitó un ingreso mensual de 8.922,47 pesos para no ser considerado pobre y 3.597,77 pesos para evitar la indigencia