El impacto nocivo de la industria del tabaco sobre el medio ambiente es enorme y va en aumento, lo que añade una presión innecesaria sobre los ya escasos recursos y frágiles ecosistemas de nuestro planeta. El tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año y destruye nuestro medio ambiente, dañando aún más la salud humana, a través del cultivo, la producción, la distribución, el consumo y los desechos posteriores al consumo.

Entre los datos alarmantes aparecen los de la tala. Se necesitan 600.000.000 de árboles para hacer cigarrillos a lo largo del ciclo de una vida. Son 84.000.000 toneladas de emisiones de CO2 liberadas a la atmósfera que elevan la temperatura mundial y se necesitan 22.000.000 litros de agua para fabricarlos.

El cultivo, la fabricación y el consumo de tabaco envenenan el agua, el suelo, las playas y las calles de las ciudades con productos químicos, residuos tóxicos, colillas, incluidos los microplásticos, y residuos de cigarrillos electrónicos. Es importante que los consumidores no caigan en el intento de la industria tabacalera de tratar de distraer la atención de sus daños ambientales mediante el "greenwashing" (prácticas para dar la falsa imagen de empresa preocupada por el medio ambiente) de sus productos a través de donaciones a iniciativas de sostenibilidad y la presentación de "estándares" ambientales establecidos por a menudo por ella misma.

La industria del tabaco se está beneficiando de la destrucción del medio ambiente y tiene que rendir cuentas por la destrucción medioambiental y pagar por los residuos y los daños, incluyendo la recuperación del coste de la recogida de estos residuos.

El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una efeméride promulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1987, con el objetivo de informar y concienciar a las personas sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y de la exposición pasiva al humo de esta sustancia.

Se trata de disuadir a las personas del consumo del tabaco en todas sus formas. Asimismo, evidenciar las prácticas comerciales de las empresas tabacaleras para incitar al consumo de tabaco y divulgar las actividades de la OMS en la lucha contra el tabaquismo.

Tabaquismo

Es una enfermedad crónica causada por la adicción a la nicotina y la exposición permanente a más de 7.000 sustancias, muchas de ellas tóxicas y cancerígenas.

Según la Organización Mundial de la Salud es la primera causa de muerte prevenible en los países desarrollados, y también la causa más importante de años de vida perdidos y/o vividos con discapacidad.Se calcula que sólo en Argentina mueren cada año 40.000 personas por esta causa.

Está directamente relacionado con la aparición de muchas enfermedades, fundamentalmente: distintos tipos de cáncer: de pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga, entre otros; enfermedades cardiovasculares: infartos, ACV, aneurismas; enfermedades respiratorias: bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), e infecciones respiratorias reiteradas. Además, en las mujeres el tabaquismo tiene graves consecuencias en el sistema reproductor.

Lo cierto es que no sólo afecta la salud de los fumadores, sino también a la personas no fumadoras que están expuestas al humo de tabaco por convivir con fumadores. Se los denomina así porque su organismo también se ve afectado por las toxinas y sustancias nocivas del humo de tabaco.

En especial, esta situación resulta sumamente perjudicial para los niños pequeños en los que puede llegar a causar: muerte súbita del lactante, infecciones a repetición, trastornos del desarrollo y del comportamiento.