Paula Sarli y Fernando Romero, son dos de los nueve profesionales que sostiene hace ya una década un servicio de guardia privada veterinaria en Olavarría. Surgió de la demanda de sus propios pacientes, y derivó en una de las guardias veterinarias más requeridas en la ciudad.

"En un principio hacíamos las 24 horas, pero no hay manera de asegurar nuestra seguridad" dijo Sarli a Amores Perros –y otros bichos-. Es que en los últimos años han crecido los momentos en los que quedaron expuestos a distintos niveles de violencia. 

No se discute la necesidad de una guardia veterinaria que atienda las 24 horas, de hecho hay varias, y son las que ofrecen algunos veterinarios de manera particular. También es cierto que no es tan fácil garantizar la seguridad en casos que tienen que ver con la vida y la muerte. Mediados por seres humanos con distintas emociones. 

Desde el Círculo de Pequeños Animales de nuestra ciudad, se vieron en la necesidad de volver a explicar cómo y cuándo funciona la guardia veterinaria privada. Es importante marcar que varias de las consultas que recibe la guardia, no son emergencias. 

Sarli marcó una diferencia aquí entre urgencia y emergencia. Una urgencia es una afección de salud que de no ser tratada en un período de tiempo, podría determinar la muerte del animal. La emergencia es una situación que debe ser tratada inmediatamente para evitar el desenlace final y suelen ser consecuencias de imprevistos. Una pelea, un accidente, por ejemplo.  

A través de un comunicado contaron "el horario se modificó con el paso del tiempo, siendo actualmente de 8:00 a 24:00 hs. los 365 días del año, debido a los sucesivos hechos de violencia psicofísica sufridos por los colegas en horas de la madrugada y ante la imposibilidad de contar con un aparato de seguridad acorde para desempeñar nuestro trabajo con normalidad". 

Aclararon además que "dentro del servicio de guardia es un solo veterinario el que está trabajando, con lo cual si estamos ocupados, en ocasiones, no podemos responder llamados y solo podemos atender de a una consulta por vez". Y agregaron, "el servicio al ser privado tiene un valor, más allá de realizar nuestra labor con pasión, la misma es nuestro medio de vida". 

Uno de los puntos que se cuestionan tiene que ver con el por qué la atención no es a domicilio. Sobre esto respondieron que "no se realizan domicilios ya que al ser para atención de emergencias, no podemos trasladar todo lo necesario para una correcta atención del paciente. Al ser una guardia pasiva, el veterinario actuante no se encuentra en la veterinaria sino que se acuerda la consulta previo llamado del tutor al número de guardia (Cel: 15305491)". 

Actualmente son 9 veterinarios que sostienen el servicio, sin embargo en un principio eran muchos más, pero no es fácil responder a la alta demanda, tener una vida, atender el consultorio privado y poner en riesgo la integridad física frente a los embates de algunas personas violentas. 

"Seguimos porque nos aferramos a por qué la creamos. Es un servicio que le brindamos a nuestros clientes, y a toda la comunidad. Es una necesidad, además" dijo Sarli. ¿Crees que es posible crear una guardia que atienda las 24 horas de forma pública? "No, no es una cuestión fácil" dijo Romero. Y enfatizó en la importancia de crear y fomentar el lazo con un veterinario de cabecera.