"Creo que es la decisión correcta, aunque tenga más garrotazos que aplausos"
El jefe comunal de General La Madrid justificó su presencia en la Misa por la Paz. Se diferenció de quienes lo criticaron por la decisión y sostuvo que "hay que sobrevolar la grieta".
El intendente de General La Madrid, Martín Randazzo, participó el último sábado de la Misa por la Paz que se realizó en la Basílica de Luján. La convocatoria se hizo tras el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El jefe comunal justificó su presencia, sostuvo que no se arrepiente de haber estado en la actividad y planteó que se necesitan gestos de unidad hacia la sociedad.
La actividad fue encabezada por el presidente Alberto Fernández y los principales referentes del Frente de Todos, entre ellos el gobernador bonaerense Axel Kicillof y varios funcionarios nacionales y provinciales; también estuvo el ex presidente Eduardo Duhalde.
Sorprendió la presencia de Randazzo, sobre todo porque se ubicó en las primeras filas de la Basílica, junto a otro jefe comunal de Juntos, Franco Flexas (General Viamonte)
El mandatario lamatritense contó que recibió una invitación formal del gobierno y, si bien en un principio dudó, señaló que "sentí que era el momento y el lugar donde debía estar, teniendo en cuenta cómo siento que debería actuar la política".
En esa línea, el Jefe comunal apuntó que "desde el primer día" de su gobierno "hemos convocado al otro, al que piensa distinto, y que forme parte del armado del rompecabezas de la sociedad". Por eso consideró que "la Argentina de estos momentos necesita sobrevolar la grieta, que es lo que venimos pensando y diciendo hace mucho tiempo".
"Cada cosa que hacemos tiene beneficios políticos, beneficios personales y beneficios partidarios, pero no dejo de ver qué es lo más importante para el pueblo y creo que esto es ganancia para la Argentina... Sé que no voy a inclinar la balanza, pero sentía que tenía que estar donde estaba. Lo mismo ocurrió cuando Diana Conti me invitó al lanzamiento de la Ley de Cannabis, porque estaba convencido", indicó.
"Este soy yo y me vengo manejando con las mismas convicciones que siempre. La unidad tiene que estar por encima del conflicto", recalcó el mandatario.
Subrayó además que "si no generamos puentes con el otro para enfrentar la pobreza, la corrupción y las injusticias, los verdaderos problemas que está sufriendo el pueblo vamos a generar aislamiento (...) hay un lineamiento que busca justificar los prejuicios personales independientemente de racionalizar lo que es beneficioso para el pueblo. Necesitamos más gestos simbólicos que avancen en políticas públicas para avanzar".
"No me paré a pensar si sumaba estratégicamente. Percibía que podía pasar lo que está pasando, que hay gente que se siente desilusionada o enojada, pero ocupo un lugar donde tengo que hacer lo que me parece correcto".
Randazzo parafraseó a Martín Luther King y sostuvo que "llega un momento en que uno debe tomar una posición que no es ni segura ni política ni popular, pero debe tomarla porque la conciencia le dice que está bien... Creo que es la decisión correcta, aunque tenga más garrotazos que aplausos".
"Cada uno de los que me están criticando, incluso los de mi espacio, me gustaría que hagan una autoevaluación a ver si en sus cosas ponen el cuero y me evalúan como si se evalúan a sí mismos", se defendió de las críticas.
Randazzo apuntó que haber participado de la convocatoria "no es avalar la corrupción" y recalcó que "quiero respeto a la democracia, quiero fraternidad y paz social".
"Hubiera estado buenísimo que hubiera más personas en la Misa y si Alfonsín estuviera vivo seguro hubiera estado ahí y muchos de los que dicen que no irían, estarían ahí", planteó luego el mandatario lamatritense. "Nos tenemos que enfocar en las cosas importantes. Sin embargo, estamos en una guerra entre nosotros y no vamos a poder salir de la grieta. Sé que hoy garpa (sic) estar en los extremos, pero creo que la forma de salir es otra", completó.
Sobre los mensajes en las redes sociales apuntó que "hay comentadores que creen que su vida toma relevancia cuando escriben en Facebook, Instagram o Twitter. Eso me da pena, no me gusta que ocurra así".
"A veces exigen cosas que no son capaces de dar", contraatacó, y repitió que "estoy convencido de que tenía que estar ahí; si no hubiera ido, hubiera estado más arrepentido".