"Hace tres años atrás me preguntaba a mí misma si iba a pasar del arroyo"
La nadadora lamatritense participará mañana sábado de una competencia internacional en Montevideo. Contó cómo se prepara y cuáles son sus expectativas.
En las próximas horas, Ailín Garay participará de una competencia internacional en Montevideo. Ya con la mente puesta en la exigencia que serán las aguas del río de La Plata, en la costa uruguaya, la nadadora lamatritense contó cómo se prepara e hizo un repaso de su carrera.
Ailín admite las ansias que tiene de estar ya en la prueba que forma parte del campeonato de la NAF.
"Estoy entrenando mucho, muchas horas adentro de la pileta. Estoy ansiosa y nerviosa porque por primera vez voy a nadar afuera de la Argentina y voy a conocer un lugar nuevo. Me pasaron cómo va a ser la carrera y me voy mentalizando en cómo puede ser; sé que va a ser en el río de La Plata y es un circuito de una vuelta y media, son 2 mil metros", detalló.
"Se siente la ansiedad en las semanas anteriores. Escucho música y tuve que rendir para la Facultad, así que eso me permitió aflojarme un poco, lo mismo que los entrenamientos, que te bajan los decibeles porque ahí me concentro en las rutinas", refirió.
"Me dijeron que es bastante tranquilo, que no hay mucho oleaje, pero que se pone bravo cuando hay viento. Hay pronósticos de lluvia, así que sobre la marcha se definirá si se corre el sábado o el domingo; la única manera que se suspenda es si hay tormenta eléctrica o mucho viento", indicó sobre cómo será la exigencia.
La competencia se desarrollará en Playa Ramírez, y está previsto que participen nadadores de Brasil, Paraguay, Chile, Argentina y Uruguay.
En el agua se aprende mejor. Gracias a fotos de Google Maps, Ailín Garay va tomando referencias. "Hay una parte donde no podés bajar la velocidad y es el momento donde se van definiendo los puestos. Hay gente que larga rápido después aminora y luego define la carrera con velocidad; en mi caso tengo que entrar en ritmo y, una vez que el cuerpo se acostumbra, voy subiendo", explica.
"Por lo general a las carreras las visualizo antes, pero todo depende de cómo esté el clima el día de la carrera: el frío te consume un montón de energía porque a la vez que intenta mantenerse caliente hay que subir la velocidad y se produce un 'choque' para ver qué hacer; también están las cuestiones climáticas, cómo está el viento y las corrientes, si hay lluvia... vos te metés con un plan de carrera y a mitad se te cambia todo, y sobre la marcha definir", apunta.
"Antes de la carrera se visualiza bien cómo va a ser el circuito y se conoce a cuánto va a estar la temperatura o el viento. Desde afuera se ven las corrientes pero una vez que te metés se te pueden descompaginar todos los planes", detalla.
"En cada carrera se va adquiriendo experiencia y en la próxima tratás de corregir o seguir lo que se hace bien o mal. Ahí vas aprendiendo cómo está la ola y a hacer la brazada, si más alta o baja; cada vez que te metés al agua aprendés algo nuevo... tu cuerpo te va hablando y vas respondiendo a eso que vas pensando y viendo; sos vos, el agua y tu mente, porque los que están afuera no pueden hacer nada".
"Muchas decisiones se toman en medio de la carrera, pero también es peligroso, porque una desacertada te puede llevar a cometer errores. Por eso hay que estar atento y darse cuenta enseguida para poder cambiarla", señala, y apunta que "no tenés tiempo para pensar y analizar, pero en mi caso voy pensando qué probar en un momento u otro. Las experiencias anteriores te ayudan a tomar la mejor decisión".
"A veces me pasa que se termina la carrera y no me doy cuenta de todo lo que hice, se me pasa rapidísimo. Muchas veces me sucede que no me doy cuenta del tiempo que estuve en el agua. Al principio la puedo sufrir, pero después las analizo para ver qué me pasó, pero por lo general me meto y se me pasa enseguida, porque voy pensando en una canción o me hablo a mí misma, entonces el tiempo vuela y no me doy cuenta", menciona Ailín.
Y pone como ejemplo la carrera en el Río Paraná, cuando corrió 20 kilómetros. "Nadé tres horas y media y para mí habían pasado 20 minutos. Hay veces que me quedo con ganas de seguir nadando, sobre todo cuando estoy ansiosa... la adrenalina que se genera en cada carrera hace que termine y tenga más ansiosa".
Del arroyo al mundo
Ailín Garay es una adolescente y será una de las más chicas en la competencia que se desarrollará en Uruguay. Por primera vez nadará fuera de la Argentina, aunque sí tiene experiencias de competencias internacionales... ¿se dará cuenta de que hace apenas tres años comenzó a hacer aguas abiertas?
"Yo no caigo. Yo lo hago porque me gusta y no me doy cuenta. Algunos me dicen que bajo los tiempos y que estoy nadando mejor, pero yo no lo asimilo porque hace tres años atrás me preguntaba a mí misma si iba a pasar del arroyo... estoy acostumbrada a nadar, es el lugar donde mejor me siento y es lo que me sale, y no me doy cuenta, es re loco porque nunca pensé que lo iba a poder hacer y llegar a esto", dice con timidez.