Plantea el amor desde otra perspectiva y asegura que el paradigma sobre el amor está en crisis y debe reformularse. Por eso, invita a replantearse cuestiones profundas sobre el tema. Y lo hace en sus presentaciones, de manera amena, conjugando monólogo con humor e invitando a la reflexión.

Ella es Lorena Bassani, quien mañana sabádo se presentará a las 18 en el salón Espejos del Alma (Pringles 3498) con su espectáculo "Sobre el amor y otras mentiras inevitables".

Periodista, escritora y comunicadora de Nuevos Paradigmas del Amor, Lorena Bassani trabajó durante más de 15 años en las plataformas digitales de Clarín.com, como redactora de Ciudad.com y de Telefé.com como editora periodística. Colaboró en radio y en televisión como columnista y fue pionera blogger. De esa experiencia surgió su primer libro "Quiero un Novio", la verdadera historia de una mujer sola pero enamorada, que se reeditó como e-book, diez años después. Ese trabajo reorientó su actividad de comunicación hasta volcarse a la terapéutica, enfocada especialmente en el universo femenino. Su segundo libro, "Amar mejor", un método para parejas sin miedo, refleja un sistema propio desarrollado a partir de muchos años trabajando en relaciones de pareja.

Actualmente, asesora sobre Nuevos Paradigmas del Amor a nivel personal, vincular y grupal. Colabora activamente en el liderazgo y en la superación personal femenina. Entrena empresas, corporaciones y organizaciones para el desarrollo de recursos humanos con valor; líderes y referentes de oportunidades que colaboren con la creación de ámbitos que promuevan el desarrollo humano sustentable y transparente.

No más mentiras

Hoy con más de 200 mil seguidores cautivos en redes, se dedica con pasión al desarrollo de "Pega el Salto", un programa creado especialmente para acompañar a quienes necesiten transformar sus vidas de una manera contundente y enfocada.

-El eje de tu presentación es, entonces, plantear el amor desde otra perspectiva.

-Desde otra perspectiva pero a la vez yo siempre trato de hacerlo de una forma bastante amena que me parece que es una vuelta de tuerca. No es una charla, una conferencia estrictamente profunda. Es profunda, es reflexiva, pero también nos vamos a reír bastante de nosotros mismos, del amor, de lo que nos acostumbraron a creer del amor, lo que nos contaron qué es el amor y nosotros seguimos a rajatabla, y también como una pregunta: ¿Podemos empezar a pensar más en grande? ¿Podemos empezar a pensar otras cosas con respecto a esto que creíamos? El amor que creíamos, el amor que nos contaron, el amor que sostuvimos durante mucho tiempo ¿es en realidad amor?, ¿es una variante de esto?, ¿es mentira o no es mentira?

Una nueva mirada

- ¿Cómo debería ser el amor desde esta nueva perspectiva? Imagino que habrá gente que se siente identificada con tu visión o con alguna situación concreta de tu charla.

- Lo único que me dice la gente cuando me escucha o me lee es "me siento muy identificada". No creo que tenga un talento específico para nada, pero sí para que la gente sienta empatía e identificación. Creo que hay algo que tenemos los periodistas que es empezar a detectar, es como ese olfato en donde detectás que hay algo casi como hirviendo, algo que está pasando por sobre tu propia vida, sobre la vida de tus amigos, inconsciente colectivo... como quieras llamarle, que está empezando a pulsar para salir para afuera y ver qué se puede hacer. Y creo que tengo ese detector y que después de haber trabajado tanto con mujeres empiezo a detectar que se necesita un cambio, que hay algo que está pulsando por transformarse, que necesitamos una transformación que ya no podemos seguir manteniendo a rajatabla postulados, mandatos, estructuras que nos están haciendo mucho mal. Entonces. ¿podemos replantearnos eso? ¿Podemos empezar a pensar que el deber ser, el qué dirán no es lo único que puede regir nuestras vidas? De eso habla la charla.

-Uno puede replantearse, preguntarse, pero ¿cómo hacer para llevar a la práctica esto que vos decís?

-Es la parte más difícil. Uno por ahí piensa: "tiene razón en lo que dice" pero, después qué pasa. Qué pasa cuando estoy esperando que me llame y no me llama, qué hacemos cuando me clava el visto, por ejemplo. Esa es la parte más difícil, pero me parece que hay una parte anterior que es que no se puede llevar a la práctica si uno no toma conciencia. Así que yo me conformo con la toma de conciencia. Siempre digo que tomar conciencia es como ir al gimnasio, viste que hay gente que hace como 500 abdominales y vos decís cómo puede... seguramente que empezó con dos. Entonces creo que la toma de conciencia y la acción en función de la toma de conciencia es un ejercicio. Quizás la primera vez que no te llamó te vas a poner loca de vuelta, pero también vas a empezar a pensar un poco en parar, en pensar que hay otra manera de mirarlo. Quizás la segunda vez que te lo haga bajás un poco los decibeles. Con este ejercicio de la toma de conciencia a los seis meses te vas a decir: por qué me estoy preocupando por esto que no va a ningún lado. O sea, qué herida a mi se me detona con esto que no tiene nada que ver con "el flaquito" que no me llamó, porque nunca tiene que ver con el otro, siempre tiene que ver con uno mismo y lo que uno no pudo resolver todavía. Cuando entendemos eso te baja la presión que tenés en vos mismo y también el grado de expectativa.

-¿Cómo sería el nuevo paradigma que planteás del amor?

-Hace 15 años que trabajo sobre el amor y en estos años fue cambiando mi paradigma. Yo fui cambiando mi propia cabeza y mi propio sistema de creencias. Creo que hoy por hoy hay una necesidad de empezar a dejar de contarnos mentiras sobre el amor que creemos que son verdad, pero que no tienen nada que ver con el amor. No se cuál es el paradigma del nuevo amor pero sí sé cómo tenemos que empezar a deconstruir el que tenemos. Creo que es el trabajo que hoy por hoy me ocupa. Después hablaremos del nuevo amor, de cómo construirlo y llevarlo a la práctica pero primero dejemos de creer que esto que es amor es realmente amor. Básicamente la siguiente pregunta es ¿qué es lo que no tenemos que creer? Posesión, dependencia, la toxicidad como exaltación de un buen amor, me cela porque me quiere. Empecemos a pensar que eso de la propiedad privada no está bueno. Empecemos a pensar que esto es algo dado, que tomar al otro como propiedad privada es cosificarlo y cuando vos crees que algo es tuyo podés hacer lo que quieras. Detrás de este paradigma viejo del amor hay mucha violencia, hay mucho dolor, hay mucho sometimiento, hay mucha dominación, hay un sistema patriarcal que se vio alimentado por esta idea de amor romántico y eso es lo más peligroso. No estoy en contra del romance, estamos en contra de un sistema mucho más opresor que causa violencia y muertes en un lugar extremo, pero también causa la imposibilidad de un desarrollo propio y eso genera mucho dolor. Después pasa que las mujeres se divorcian y no saben qué hacer con sus vidas. Entonces, desde esos lugares de dolor no se pueden construir amores sanos.