"Estaban protegidos por una puerta cerrada con llave y también cámaras de seguridad", aclaró la fiscal olavarriense sobre los freezers que había en el consultorio, uno de los que contenía las vacunas, aunque justamente el lunes por la madrugada esta cámara dejó de funcionar, lo que motivó que se radicara la denuncia. Precisamente las instrucciones iniciaron luego de que la directora del Hospital, la doctora Silvina Rosende, se presentará a denunciar en la sede del Poder Judicial de Olavarría en la noche del lunes, junto a personal del área de Legales del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

"Básicamente la doctora Rosende se presenta en la fiscalía espontáneamente y manifiesta que en su turno de la mañana de ayer (por el lunes) toma conocimiento que efectivamente se había producido una interrupción en la cadena de frío del lote de vacunas que estaban almacenadas en los freezers destinados a la preservación", indicó la fiscal Beytía en una entrevista concedida a Noticias por Canal Local.

Las tareas de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 10 iniciaron ayer por la mañana, cuando se acercaron hasta el hospital provincial ubicado sobre Rivadavia al 4200 agentes de la comisaría Primera, peritos de Policía Científica a cargo del capitán Carlos Sotuyo y también funcionarios de la fiscalía, coordinados por la doctora Beytía y la instructora judicial Sandra Cabral.

Acerca de las tareas realizadas en la institución médica Beytía describió que "hicimos un relevamiento de las instalaciones tomando imágenes digitales de la disposición de los freezers, el sector de seguridad, el lugar de acceso, la instalación eléctrica, el estado de situación de los dos freezers que estaban en el consultorio". Aclaró así que los freezers, uno de los que contenía las vacunas, estaban en una habitación "protegidos por una puerta cerrada con llave y también cámaras de seguridad".

El relevamiento dispuesto desde la Justicia implicó que se tomaran fotografías digitales del lugar, se realizó una planimetría y "se estableció también un relevamiento de evidencias dactilares a los efectos de posteriores confrontes" con otras muestras. A la par se comenzaron a tomar testimonios a integrantes del Hospital de Oncología y se avanzó sobre el registro de las cámaras de seguridad de todo el edificio, pero más específicamente del dispositivo ubicado dentro del consultorio donde estaban las vacunas y que "en un momento deja de grabar, parpadea y no registra imagen", de acuerdo a lo que expresó ayer en conferencia de prensa el director provincial de Hospitales, Juan Sebastián Riera (ver página 2). Esta situación se registró a las 2.50 de la madrugada del lunes.

Además se resolvió desde la UFI 10 que el lugar quede "preservado y precintado hasta la designación de un perito especialista para establecer el estado de situación tanto de la conexión eléctrica como de las especificaciones técnicas del freezer y demás" instalaciones, refirió Beytía. Tal es así que en la tarde de ayer fuentes vinculadas con la investigación refirieron a este Diario que sólo se encontraba cerrado y custodiado por personal de la policía Bonaerense este consultorio, mientras las demás áreas de la institución funcionaban con normalidad.

"Nosotros recolectamos las evidencias y después hacemos un análisis y un confronte entre lo que tenemos documentado por declaraciones, también hay designación de testimoniales ya para tomar, con las evidencias objetivas que aportan las pericias y allí nosotros avanzamos en la investigación en las distintas hipótesis de trabajo que tenemos sobre nuestra mesa porque tenemos que determinar cuál efectivamente ha sido el inconveniente", agregó Beytía en la entrevista.

La perilla

Para avanzar con las pericias que permitirán determinar si lo que ocurrió fue un accidente o un sabotaje aún faltan varias medidas de prueba y pericias, y una de las centrales es la que deberá realizar un ingeniero electromecánico en las instalaciones eléctricas del Hospital. Ayer el ministro de Salud de la Provincia, Daniel Gollán, hizo énfasis en la perilla que marca la temperatura del freezer donde se guardaban las dosis: "La perilla que fue dejada a una temperatura a la noche fue girada a 26 grados y la única cámara de seguridad que enfocaba allí fue apagada".

El lunes por la noche arribó a Olavarría también el fiscal general del Departamento Judicial de Azul, el doctor Marcelo Sobrino, quien acompañó a la fiscal Beytía en las primeras diligencias que se tomaron en el marco de esta causa. El jefe departamental de los fiscales refirió que el objetivo de las tareas realizadas ayer fue conocer "el motivo de la situación por el que había pasado el freezer de una temperatura que debía oscilar entre -18 a -40 grados centígrados para que las vacunas sean efectivas, a una pérdida de temperatura, a una temperatura ambiente a 26 grados que fue la que se encontró, y la cual denuncian, por lo cual lamentablemente se pierden esas dosis. Eran 80 ampollas que tienen 5 dosis cada una, son 400 dosis".

Sobrino indicó que además se tomaron fotografías de los "sistemas de seguridad por la posibilidad de que esto haya sido también un atentado o un sabotaje al sistema de enfriamiento y a las vacunas por consiguiente, y se preservó el lugar a los efectos de efectuar la pericia correspondiente una vez que encontremos el perito adecuado a las mismas".

Hasta el arribo del perito eletromecánico "no comenzaron las pericias respecto del freezer y del sistema eléctrico del lugar, por eso está precintado y está vigilado. Sí ya se tomaron las medidas a los efectos de la bajada de información de las cámaras, sobre todo la cámara que estaba frente al lugar donde estaban el freezers y las vacunas, y lo mismo la preservación de las otras imágenes desde el día 29 de diciembre", refirió Sobrino, que fue el último día que se ingresó al consultorio para vacunar.

"Nosotros tenemos que verificar primero los hechos y determinar la posibilidad de varios delitos", aclaró ayer el Fiscal General a Canal Local sobre cómo se investiga esta causa, por lo que al momento se instruye como "su denuncia" hasta que se pueda encuadrar la figura penal de o los delitos.

En una entrevista con AM870, el doctor Sobrino también expuso que "las posibilidades de tipificación de los delitos pueden ser varias", y, de acuerdo a lo que mencionó, van desde un simple daño agravado hasta incumplimiento de deberes de funcionario público.

Dentro de los delitos contra la salud pública mencionó el artículo 200, que impone penas de 3 a 10 años y multas de 10 mil a 200 mil pesos para quien "adulterare o falsificare de un modo peligroso para la salud, aguas potables o sustancias alimenticias o medicinales destinadas al uso público o al consumo de una colectividad de personas". En tanto que el artículo 205 penaliza a quien "violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia", y de acreditarse este delito se deberá migrar la causa a la Justicia Federal.

Sobrino refirió también en la entrevista radial que "puede haber un daño agravado y también puede haber, en el caso de que sean responsables funcionarios públicos, incumplimiento de deberes de funcionario público", en tanto que no descartó que sea un concurso de delitos.