El gobierno de EE.UU. aumentó los aranceles a los productos extranjeros, con un mínimo del 10% para Argentina, afectando a sectores como el acero, aluminio y automotriz. Este porcentaje se sumará a los aranceles actuales, impactando la competitividad de las exportaciones.

Según la Amcham, Argentina aplica aranceles más altos que EE.UU. en varios sectores, como alimentos (16% vs. 4,6%), textiles (20,9% vs. 6,1%) y calzado (19,8% vs. 7,1%). Aún se espera la reglamentación de la medida, pero se especula con incrementos adicionales en productos como la miel y el vino.

La consultora Abeceb advierte que sectores dependientes de insumos estadounidenses, como metalurgia y petroquímica, enfrentarán mayores costos. Además, la industria automotriz podría perder competitividad, y las exportaciones argentinas disminuirían. Se estima que el aluminio sufrirá un arancel del 25%, afectando sus ventas a EE.UU., que representan el 62% de sus exportaciones.

Marcelo Elizondo advierte que las empresas podrían absorber parte del arancel reduciendo sus márgenes, encareciendo los productos en EE.UU. Además, podría haber impactos macroeconómicos como inflación en EE.UU., retraso en la baja de tasas de la Fed y menor inversión en emergentes.

Yanina Lojo señala que, pese al golpe a la competitividad, Argentina podría beneficiarse si otros países enfrentan aranceles aún mayores, permitiendo ganar mercado en EE.UU. en sectores como el vino, especialmente si la UE pierde presencia.