Luis Caputo, actual ministro de Economía y preferido de Javier Milei, ha experimentado una notable metamorfosis. De haber "pasado la gorra" ante el FMI, el Tesoro estadounidense y los banqueros de Wall Street para financiar la transición y la salida del cepo, ahora Caputo adopta un enfoque de "vivir con lo nuestro" según la versión de Milei, distanciándose de la propuesta de Aldo Ferrer.

En lugar de depender de dólares en reservas, que son escasos en el corto plazo, Caputo ha propuesto que la deuda se pagará "como sea" y ha presentado una visión de Argentina como un país caro en dólares debido a la escasez de pesos. Este cambio refleja una transición hacia una economía menos dependiente de la financiación externa y más centrada en recursos internos.

En una reciente reunión con las principales ALyCs del país, Caputo aseguró tener el financiamiento resuelto para los vencimientos de deuda del 2025 y confía en el blanqueo para iniciar la remonetización de la economía. Caputo también ha planteado utilizar un repo con títulos públicos como garantía, en lugar de oro, para evitar depender del mercado hasta enero de 2026. Sin embargo, algunos en el mercado cuestionan si estos acuerdos están realmente cerrados o si son más una muestra de voluntarismo.

Caputo y Milei: una nueva visión económica basada en el blanqueo y la remonetización

Las financieras más importantes del país, como Grupo IEB, Allaria, Max Capital, y otras, fueron convocadas por Caputo para apoyar el blanqueo y promover sus ventajas entre los clientes. La Comisión Nacional de Valores (CNV) ha sorprendido al ofrecer una amplia gama de opciones de inversión para aquellos que blanqueen capitales, siempre que se mantengan hasta diciembre de 2025.

Augusto Posleman, Director de PPI, explicó que el Gobierno está buscando generar condiciones de confianza y estabilidad para atraer los dólares que están fuera del sistema. Según Posleman, los US$ 10.000 millones que Caputo había solicitado al Fondo Monetario Internacional no son necesarios si se logra traer el dinero de los argentinos en el exterior. La promesa de inversiones por US$ 40.000 millones del RIGI es vista como un indicio positivo del futuro económico del país.

Sin embargo, existe incertidumbre sobre cuánto recaudará el blanqueo, ya que algunos creen que el monto será inferior al del blanqueo anterior, mientras que otros piensan que podría ser superior debido a su menor costo. El objetivo principal de Caputo y Milei es la "remonetización" de la economía a través de la dolarización endógena, con la esperanza de que el dinero oculto en el exterior regrese al sistema.

Un desafío adicional es la percepción de los tenedores de dólares sobre la Argentina y su capacidad para ofrecer un entorno atractivo para la inversión, especialmente con un tipo de cambio atrasado y la posibilidad de sacrificar reservas para unificarlo en $1.100. La pregunta clave es si el país podrá convencer a los inversionistas de la viabilidad de su nuevo enfoque económico.