El anuncio fue realizado por Kicillof junto al administrador Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, quien a su vez descartó que tales beneficios sean técnicamente una moratoria por carecer de un perdón fiscal.

Uno de los planes de facilidades es para deudas impositivas hasta el 31 de marzo, con plazo de 24 cuotas y una tasa mensual del 1,9 por ciento. Kicillof dijo que el plan es para deudas impositivas y previsionales con una fecha límite de adhesión que irá del 25 al 29 de agosto.

El otro requisito que tendrán las empresas beneficiadas es que no podrán despedir personal en el curso del programa.

El otro beneficio es para los llamados "miniplanes" que la AFIP mantiene habilitados permanentemente y que consiste en elevar el techo de facturación de 10 millones de pesos anuales, para llevarlo a 30 millones, en el caso de las firmas de servicios, y de 50 millones para el resto.

Echegaray señaló que el objetivo del gobierno es consolidar deudas de los contribuyentes por algo más de 36 mil millones de pesos.

El 46 por ciento de esa deuda está compuesta por contribuciones a la seguridad social, unos 16 mil millones de pesos; IVA, 25 por ciento, por 9.334 millones; un 15 por ciento de Ganancias, por 5.400 millones y un 12 por ciento de derechos aduaneros por 5.400 millones de pesos. El ministro destacó las mejoras en la administración de la recaudación fiscal durante la gestión del kirchnerismo en el gobierno, pero dijo que hay "situaciones particulares" para atender.

En ese sentido, Echegaray estimó que los planes tienen por objetivo atender la situación de 1,2 millón de empresas, con deudas de planes previos, a lo que se denomina "mochila fiscal", y unas 700 mil de los miniplanes.

Ambos funcionarios indicaron que los planes de facilidades fueron ordenados por la presidenta Cristina Fernández y se hacen eco de reclamos de entidades empresarias que participaron del diálogo social en agosto del año pasado.

DIB