Con ese resultado, la vicepresidenta Cristina Kirchner estará al frente del Senado en una situación inédita desde el regreso de la democracia, en 1983: el peronismo no tendrá mayoría propia y estará obligado a establecer puentes de negociación con partidos provinciales, como los de Río Negro o Neuquén.

En el caso de la provincia de Buenos Aires -que elegía sólo representantes para la Cámara baja-, los 4 puntos de distancia que había obtenido la lista encabezada por Diego Santilli-Facundo Manes a la de Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollan, se reducía, hacia el filo de la medianoche, a menos del 2 por ciento.

En la provincia de Buenos Aires, de las PASO a las generales, el peronismo pasó en las secciones Primera y en la Tercera -que concentra la mayor cantidad de votos- del 33 al 38 por ciento, y del 39,5 al 44 por ciento. Se trata de un aumento del orden del 5%, que los analistas adjudican a la movilización de las estructuras y del aparato de los intendentes.

En la competencia por las bancas de diputados, Juntos por el Cambio se imponía en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Chubut, Corrientes, Jujuy, La Pampa, Misiones y Santa Cruz. Ganaban partidos provinciales en Río Negro (Juntos Somos Río Negro), Neuquén (Movimiento Popular Neuquino). San Luis, con una coalición opositora a los Rodríguez Saá y al Gobierno, se imponía Unidos Por San Luis, de Claudio Poggi.

En el caso de Frente de Todos, se imponía en Catamarca, Chaco, Formosa, La Rioja, Salta, San Juan, Tucumán, y Tierra del Fuego. Alineados con el Gobierno, también se imponía en Santiago del Estero. De hecho, junto a las legislativas, los santiagueños eligieron a Gerardo Zamora, quien será gobernador por cuarta vez. Con el 74,68% de las mesas escrutadas, obtenía más del 58% de los votos. Juntos por el Cambio, que llevaba como candidata a Natalia Meme, terminó segunda, muy lejos, con 14,17 por ciento.

Fuente: Infobae.com