Mientras se espera un crecimiento del 45% del índice de precios (lo que rige el valor de la UVA) y los sueldos aumentarán en torno al 25% en el año, la cuota que a principio de año significaba un cuarto del salario, en diciembre aumentará un 28%. Además, el dólar que estaba alrededor de $20 a principios de año, hoy está en $40, lo que alejó a muchos del sueño de la casa propia, ya que las viviendas se movieron a ritmo de la moneda estadounidense.

Frente a los tenedores de crédito UVA, la idea del Gobierno es mantener la relación cuota-ingreso para que lo que tenga que pagar el cliente no los deje con los bolsillos vacíos. Si bien el dinero que se otorgaba estaba atado al 20% del salario, ahora buscan implementar la activación de un seguro que sirva de salvavidas cuando el saldo a pagar supere un porcentaje determinado del sueldo, que sería ahora del 25%. Todo indica que quien se haría cargo del pago de ese seguro será el tomador del crédito.

Otra posibilidad en estudio es implementar un fondo compensador, el cual se dispararía al igual que en el caso anterior, con el objetivo de que se mantenga estable la relación cuota-ingreso. De esta forma, en el caso de que la inflación se dispare y supere los salarios, el dinero de ese fondo permitirá que la cuota no se vaya por las nubes y se ajuste a los salarios de los deudores.

Cabe resaltar que la oposición ya había puesto el ojo en esta problemática que afecta a quienes se embarcaron en los créditos UVA. Es por eso que presentaron un proyecto en el que prevé que la cuota se actualice por el Coeficiente de Variación Salarial o el IPC. En tanto, si es que los sueldos suben un 5% más que la devaluación, allí las entidades bancarias recibiría una "prima adicional" del 1,5% de la cuota hasta cubrir ese desfasaje. Lo cierto es que lo que rige actualmente es la chance de extender por un 25% el plazo del préstamo por medio de una cláusula que establece que si la inflación supera por más de un 10% la evolución de los sueldos, los bancos están obligados a ofrecer esta posibilidad.

Los créditos UVA comenzaron a desacelerar con la fuerte disparada del dólar, que encareció el precio de las viviendas. Según datos de Credirati en base a información oficial, la colocación de estos hipotecarios cayó más de 51% interanual en agosto, medida en dólares, y 37% medidas en pesos constantes (descontada la inflación).

De acuerdo al último informe del Banco Nación, entidad que concentró en agosto una participación del 52,4% sobre los saldos de hipotecarios para viviendas, la caída entre el primer y segundo cuatrimestre del año fue del 40%. Mientras que en enero-abril el banco otorgó 21.997 créditos hipotecarios por $ 29.121 millones (el 94% fueron en UVA), entre mayo-agosto el número cayó a 15.644 por $ 17.177 millones. (DIB)