Luego del rechazo a lo solicitado por parte del cónsul de Bolivia, Felipa Huanca, para que la Provincia de Salta no cobre la atención médica a los extranjeros en los hospitales públicos, el Ministerio de Salud dio a conocer los montos que los ciudadanos bolivianos buscan evitar pagar por los servicios de salud. A partir de septiembre, los extranjeros que no residan en Argentina deberán abonar estas tarifas por los servicios médicos en la provincia.

Es así que el costo de una consulta médica para no residentes asciende a $180.000, mientras que la internación en una sala común tiene un valor de $180.000, y una cama en terapia intensiva se eleva a $300.000. Los procedimientos quirúrgicos también tienen precios determinados; por ejemplo, una operación de apendicitis ronda los $900.000. En el caso de un parto, la internación cuesta alrededor de $150.000, pero si se trata de una cesárea, el costo aumenta a $450.000. Si bien la política de cobro ha generado debate en la región y discusión en el plano ideológico, las autoridades argumentan que el cobro de las prestaciones aporta recursos al sistema de salud salteño.