Luego de una reunión de más de 6 horas entre el Gobierno Nacional y los Holdouts, el ministro de Economía Axel Kiciloff realizó una conferencia de prensa en la que dejó en claro que "vamos a defender el canje de la deuda, no vamos firmar ningún compromiso que comprometa el futuro de los argentinos".

Además, destacó que "vamos a tomar las medidas y acciones e instrumentos de nuestros contratos del derecho nacional e internacional para que esta situación insólita, inédita e injusta, no se perpetúe en el tiempo", concluyó.

"Ofrecimos que entren al canje de 2007 y 2010", con lo que "en las condiciones de hoy obtendrían una ganancia del 300 por ciento", pero "no fue aceptara esa oferta porque quieren más", precisó el ministro durante una conferencia de prensa en el consulado argentino en Nueva York, tras una extensa reunión con el mediador Daniel Pollack y representantes de los hold outs.

"Compraron los títulos a precio vil, cuando ya estaban defaulteados. Esta solución es viable y no fue aceptada, querían algo imposible para el Estado", aseguró. Además, Kicillof explicó que la otra oferta que propuso la Argentina fue que los fondos buitre estén dispuestos a restablecer el stay o medida de no innovar. "Se ofreció lo que estaba dentro de nuestras oportunidades: ingresar al canje o reponer al stay", resumió. Ninguna de las dos opciones fueron aceptadas por los fondos buitre.

Sin mencionar específicamente la oferta de los bancos privados, se refirió a la posibilidad que circuló de que haya nuevas "garantías para cumplir la sentencia". Kicillof negó esta versión y dijo que no tiene sentido que la Argentina otorgue una garantía, porque el propio fallo es la garantía.

Durante la jornada, el Banco Piano confirmó al sitio de noticias Infobae la oferta de Adeba, que consistía en que las entidades financieras propusieron una fórmula para destrabar las negociaciones con los acreedores que no ingresaron al canje. El ministro no se refirió directamente a esta oferta de última hora. Pero según se supo las negociaciones con los bancos que habían ofrecido una garantía por u$s250 millones aún continúan.