En una solicitada publicada simultáneamente en diarios nacionales, además de The Washington Post y The Wall Street Journal, la AFTA afirmó que "el tiempo se agota para la Argentina. Tiene hasta el fin de este mes para lograr un acuerdo con sus acreedores como parte de un proceso de arreglo según el fallo de la Justicia".

Se quejó de la negativa de la Casa Rosada a reunirse y remarcó que, en cambio, "las autoridades argentinas pronuncian discursos donde culpan tanto a las cortes y jueces estadounidenses como a sus acreedores por su propio apuro. Esto no constituye un comportamiento serio".

En la solicitada, los fondos buitre que reclaman el pago de 1.330 millones de dólares de deuda no reestructurada rechazaron palabras del ministro de Economía, Axel Kicillof, respecto de que prefería entrar en default a acordar con los fondos de cobertura que litigan contra la Argentina.

"El default no es para nada un juego político, ¿por qué lo contemplaría el señor Kicillof? Las personas más perjudicadas por un default serían los propios argentinos", advierte la AFTA y cita estimaciones realizadas por el economista Claudio Loser, ex directivo argentino del FMI, sobre los perjuicios del default.

Entre esos pronósticos de Loser reseña "aceleración de la inflación", "poco acceso a la financiación para el gobierno, las empresas y las personas individuales", "mayor brecha cambiaria" y "terribles presiones sobre el sector social más vulnerable".

En cambio, los fondos buitre sostienen que si se evita el default la Argentina tendría "una baja de hasta 70.000 millones de dólares en los costos de interés en los próximos diez años"; "ahorros anuales de hasta 825 millones de dólares para las provincias argentinas" y de "hasta 2.000 millones de dólares para las empresas argentinas".

Además preanuncian "un alivio inmediato de la inflación" y "el fin de la necesidad del cepo cambiario". "Los acreedores de Argentina han declarado públicamente con frecuencia que estarían dispuestos a aceptar bonos como parte de un acuerdo y que negociarían con el fin de brindarle más tiempo a Argentina a cambio de lograr progreso social y concreto hacia un acuerdo.

Pero los líderes de la Argentina deben aceptar sentarse y dialogar. El señor Kicillof se niega a hacer esto", se quejaron. Finalmente consideraron que "es hora de que Argentina reclame que sus líderes se comporten de una manera seria y responsable para salvar a su país del default".