Los viejos conocidos visitaron nuevamente el juzgado de Claudio Bonadio para definir su suerte en la causa de los cuadernos. Se trata del exsecretario de Obras Públicas, Julio López, quien ya declaró y ahora espera por la decisión del juez, y del financista preferido de Néstor Kirchner , Ernesto Clarens. Ambos pretendían ampliar sus dichos para acceder al beneficio de imputado arrepentido.

Pasado el mediodía, López terminó de ampliar su declaración frente a Bonadio, quien hoy definirá si homologa su acuerdo, confirmaron fuentes con acceso a la causa.

"Se celebró la audiencia de homologación que prevé con presencia de las partes el juez constate el cumplimento de los requisitos formales exigidos por la ley del arrepentido", explicaron fuentes judiciales. Agregaron que López "hizo precisiones sobre distintas circunstancias que quedaron volcadas ampliando lo declarado como colaborador en el acuerdo". "El aporte del imputado fue amplio y sustancial", definieron.

El viernes pasado, en una declaración de más de cinco horas frente al fiscal, el exfuncionario había confirmado el esquema de recaudación de retornos de la obra pública, apuntó hacia arriba en la cadena de responsabilidades, explicó el origen del dinero de los bolsos que trasladó y mencionó a Máximo Kirchner, según reconstruyó LA NACIÓN en los últimos días.

Esta mañana, López -que cambió su lugar de detención por temor a represalias en la penal de Ezeiza- volvió a entrevistarse con el juez. Además, López transita por estos días el juicio oral por el caso de los bolsos del convento. De ahí que la posible homologación y los datos que aporte podrían ser considerados en ese proceso también.

Pero lo más relevante es que el exfuncionario debe aportar más datos sobre el manejo de la obra pública. De su despacho dependían las obras que el Gobierno nacional negociaba con todos los gobernadores e intendentes durante años. Varios datos de aquel tiempo ya están en la Justicia, pero ahora, pretenden algo más.

Clarens, en tanto, llegó a media mañana y aguardaba para "ampliar su declaración", confirmaron fuentes con acceso a la causa. En este último caso, el juez no había quedado satisfecho con la declaración que el financista hizo ante el fiscal. Clarens, a quien al menos tres de los empresarios que declararon en la causa presentaron como el "cobrador" de sus coimas, no admitió haber cumplido ese rol. Tampoco haber colaborado para girar al exterior dinero de la corrupción. Según creen los investigadores, Clarens se guardó varios ases en la manga. Los datos serán claves para desandar la trama del esquema del financiamiento de las coimas, además de seguir el rastro de la ruta del dinero una vez que se entregaba a exfuncionarios.

Según fuentes judiciales, el magistrado les pedirá a López y Clarens que den algunos detalles más sobre las andanzas en tiempos de Néstor y Cristina Kirchner como presidentes.

Pero eso no será todo. En la Justicia, otro empresario aportará nuevos datos sobre el pago de una coima en la obra pública. Será un caso especial. Esta vez el hombre fue prolijo. Alguna vez tuvo que pagar una "ayuda" para una empresa. Pero como no tenía posibilidades de aportar los millones en negro, se los facturaron. Esperan esas novedades para hoy. (La Nación)