El juez del segundo distrito de Nueva York, Thomas Griesa calificó los "avisos legales" que publicó la Argentina en diversos medios el jueves a modo de solicitada como "falsos y engañosos" y señaló que considera que "no hubo pago" de la deuda, porque el país atiende sólo la de los bonistas reestructurados y no la que surge de su sentencia.

En este sentido, señaló que si el Gobierno "no para con las declaraciones falsas será necesario (dictar) una orden de desacato", al tiempo que le pidió a las partes que sigan negociando bajo la mirada del "special master", Daniel Pollack.

La audiencia, que se llevó a cabo en el edificio que ocupa el juzgado del Distrito Sur de Nueva York, en el 245 de Park Avenue, recinto 26B, fue casi toda monopolizada por Griesa, quien fue muy duro con la Argentina, especialmente cuando se refirió a los términos de la solicitada.

En dos páginas enfrentadas, el Gobierno publicó un "Aviso legal a los tenedores de deuda" en el que reiteró que la Argentina no entró en "default" y les recordó a los bonistas que podían cambiar de agente de pago.

"No hay ninguna duda de que la República Argentina ha pagado en tiempo y forma los montos correspondientes a los vencimientos de los Bonos Reestructurados de la manera exigida mediante el pago de los fondos en una cuenta del Fiduciario", se decía en la solicitada entre otros conceptos, sin aludir a la sentencia de Griesa.

En relación a esa publicación, Griesa dijo que la Argentina "omitió sus obligaciones esenciales" y decirle "al público" que tiene una sentencia que cumplir.

"El pago de una parte de la obligación no es el pago de todas las obligaciones legales", precisó Griesa en relación a la deuda de quienes entraron en los canjes de 2005 y 2010 y a la sentencia que le reconoce a los holdouts unos 1.300 millones de dólares, aún impaga.

En varias oportunidades, el juez insistió en que la Argentina "ignora" las obligaciones impuestas por él y por el Tribunal de Apelaciones que ratificó su fallo.

Con mucha dureza, Griesa advirtió que si el Gobierno "no para con las declaraciones engañosas será necesario (dictar) una orden de desacato".

También le recordó a la Argentina, que el caso incluye "lidiar con términos contractuales que fueron creados por el país para ayudar a comercializar sus bonos".

De esa forma, el magistrado hizo referencia a la jurisdicción que se eligió para emitir algunos bonos de los canjes y a la claúsula RUFO que impide la mejora a quienes no entraron en los canjes, las dos cuestiones que la Argentina incluyó en los prospectos.

Por último, llamó de nuevo a las partes a "cooperar" con Pollack, cuya actuación había sido duramente cuestionada por la Argentina por "parcialidad", pedido de apartamiento que el juez ya había rechazado.

Luego de casi 45 minutos de hablar, el juez escuchó a uno de los abogados de la Argentina, Jonathan Blackman, quien le aseguró que el Estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton "no ayudó" a preparar la notificación legal que tanto molestó el magistrado.

Antes del cierre de la audiencia que hizo Griesa volviendo a instar a las negociaciones, Blackman explicó que "siendo mi cliente un gobierno, tiene permitido hacer declaraciones públicas", mientras que el juez le señaló que se "alegraba" que no haya participado.

DyN