Martínez nació en Brasil, pero cuando era joven traspuso la frontera y se instaló en Bernardo de Irigoyen. Actualmente vive en una casa de madera que hace dos años le construyó el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha), luego de que un medio local denunciara que la anciana vivía en una desvencijada casa, llena de grietas donde el frío serrano se colaba sin piedad durante el invierno.

Juanita camina con la ayuda de su hija Cecilia, que tiene 89 años y la cuida como a un tesoro. Una nieta que se mudó a una casa cercana también colabora para que la anciana pase de la mejor forma sus días en el tranquilo barrio de "Vista Alegre".

Martínez nació el 7 de mayo de 1898 y en su juventud le gustaba correr carreras a caballo. Siempre vivió en forma humilde, en una casa de madera, sin provisión de energía eléctrica ni agua potable. Hasta hace cuatro años, debía hacer sus necesidades en una letrina ubicada a casi 20 metros de su casa. Pero un grupo de vecinos se rebeló contra tanta indiferencia del Estado y comenzó una campaña para mejorar sus condiciones de vida.

El 12 de setiembre del año pasado, Juanita recibió en su casa una nota del Senado de la Nación mediante la cual la reconocen como la persona más longeva del país, según el Censo realizado en 2010. "En la casa tiene enmarcado y puesto en una pared ese reconocimiento", contó Beatriz.

Martínez tuvo nueve hijos y toda su vida ayudó a su pareja en las duras tareas de la chacra en el paraje Campiñas, a ocho kilómetros de Bernardo de Irigoyen, donde plantaban poroto, maíz, mandioca y criaban algunos animales.

Clarín