El último remate del Rosgan mostró cómo la realidad Argentina está en pleno proceso electoral y la sequía que aún no ha terminado en muchas regiones del país produce una fluctuación de precios como si estuviéramos en una montaña rusa.

La fuerte recomposición de precios en agosto en una cadena con valores muy rezagados produjo un aumento abrupto que en pleno proceso electoral puso en la mira a los mercados y sus actores. Todas las sugerencias posibles de moderación por parte de los organismos oficiales estuvieron presentes.

El mes de agosto se puede dividir en dos quincenas claramente diferenciadas para la invernada. La primera tuvo aumentos importantes pero no tan significativos como los de Cañuelas. En la segunda quincena, los valores se dispararon de forma sorprendente y arrastraron a muchos remates de invernada a precios récord. Esta corrección chocó con la realidad y tanto Cañuelas como los remates actuales de invernada muestran una situación de aumentos consistentes pero no exagerados.

En un mes y medio se vivieron todas las emociones, como en una montaña rusa, la ganadería y, por supuesto, la carne subían rápidamente mientras el consumidor seguía caminando por la escalera. Hoy la realidad muestra a la ganadería en un escalón superior, recuperando precios después de mucho tiempo, pero ajustados a la realidad de un mercado marcado por la capacidad de demanda de los argentinos.

En estos meses ocurrieron acciones que afectaron a los mercados, desde la devaluación del 22% que terminó siendo copiada por la hacienda, hasta el conjunto de medidas que aparecen todos los días pero que no logran frenar el aumento de precios inflacionario que afecta a todos los estratos de la sociedad. En términos reales, la ganadería todavía está por detrás del proceso inflacionario que vive el país.

Los precios de este remate vuelven a recuperar casi un 25% de su valor en comparación con el remate habitual de agosto, lo cual es muy necesario para el productor que debió soportar una sequía que le causó una gran pérdida de capital. Si bien los pronósticos indican que lo peor ya pasó, el proceso electoral actual complica a un sector que debería trabajar tranquilamente para proveer alimentos al mundo y generar ingresos en divisas tan necesarios para el país.

Es importante tener en cuenta el plazo de venta de los lotes en un momento como el actual. Ya no se trata de ventas promedio a 30 o 60 días, sino que existen muchos lotes a 30 días y dos lotes fuera de tiempo a 180 días. La diferencia de precios que se logra en períodos de altas tasas de interés modifica los valores de colocación, por lo que los precios promedio pueden tener distorsiones a las que hay que prestar atención.

Los precios promedio de este remate para las distintas categorías fueron los siguientes: Terneros: 891,77 (hay dos lotes vendidos a 180 días con un precio de 1400 pesos, lo que eleva el promedio a 910,27), Terneros/as: 829,82, Terneras: 795,52, Novillitos: 833,95, Novillos: 776,43, Vaquillonas: 734,74, Terneros Holando: 618,30, Vacas de Invernada: precio promedio 551,61.