Lluvias beneficiosas para el sector agropecuario argentino: pronóstico de cosecha y exportaciones de maíz y soja
Las recientes lluvias han tenido un impacto significativo en el sector agropecuario argentino, cambiando drásticamente la situación después de la sequía que se venía experimentando. Ahora, el enfoque está puesto en la campaña de maíz y soja, que se espera que generen exportaciones por casi US$ 29.000 millones.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ha señalado que las lluvias han aliviado las preocupaciones sobre la siembra de soja, recordando que el año pasado más de un millón de hectáreas no pudieron ser sembradas debido a la sequía. Con acumulados de lluvias muy favorables en algunas regiones, se ha producido una recomposición en la humedad de los suelos en gran parte del área agrícola nacional, aunque algunas regiones aún enfrentan déficit hídrico.
Según estimaciones de la BCR y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), se espera una producción de 50 millones de toneladas de soja y una superficie sembrada de entre 17,1 y 17,4 millones de hectáreas. En el caso del maíz, se espera una producción de alrededor de 55 millones de toneladas y una superficie de entre 7 y 7,3 millones de hectáreas.
Si se cumplen estas estimaciones, la BCBA pronostica que las exportaciones del complejo sojero podrían alcanzar los US$ 20.951 millones, mientras que la cadena maicera generaría unos US$ 8.002 millones.
Las abundantes lluvias y la posibilidad de que las estimaciones de cosecha aumenten están dando impulso a la campaña agrícola, que comienza a tomar forma. Sin embargo, se espera que las próximas semanas de sol sean beneficiosas para el desarrollo de los cultivos.
Después de una sequía intensa, estas precipitaciones son una bendición, no solo para el alivio inmediato de los cultivos, sino también como un paso hacia la recuperación de la humedad del suelo. Se espera que las próximas semanas de sol potencien aún más el efecto positivo de estas lluvias, brindando una oportunidad de recuperación para los cultivos y aliviando la presión sobre los agricultores de la región.
Según la BCBA, en la región clave para el agro argentino, el avance de la siembra retomará fuerzas a finales del mes de noviembre con el comienzo de la siembra tardía.