El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en una entrevista radial, sugirió que Nicolás Maduro podría convocar nuevas elecciones en Venezuela con la supervisión de observadores internacionales como una posible solución a la crisis política en el país. Lula mencionó que, aunque a Maduro le quedan seis meses de mandato, si actuara con sensatez, podría llamar al pueblo venezolano a participar en nuevas elecciones, estableciendo criterios justos para todos los candidatos, creando un comité electoral imparcial y permitiendo la presencia de observadores internacionales.

Lula también propuso que un "gobierno de coalición" podría ser una alternativa viable para Venezuela, especialmente tras las polémicas elecciones presidenciales recientes. Reiteró que aún no reconoce a Maduro como ganador y que el mandatario venezolano "le debe al mundo una explicación" por no haber presentado aún las actas electorales. Brasil, junto con los gobiernos de Colombia y México, está tratando de facilitar el diálogo entre el líder opositor, Edmundo González Urrutia, y Maduro, quien fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin ofrecer pruebas.

El asesor especial de la presidencia brasileña, Celso Amorim, sugirió la idea de nuevas elecciones a Lula, abogando por la participación de la Unión Europea en caso de que se repitan los comicios. Es importante mencionar que el gobierno de Maduro había cancelado la presencia de observadores europeos en las elecciones del 28 de julio.

Lula y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, discutieron recientemente la situación política y social en Venezuela, insistiendo en que el diálogo entre los actores políticos venezolanos y la publicación de las actas electorales por parte del CNE son esenciales para superar la crisis en Caracas. Por otro lado, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, decidió no participar más en las conversaciones hasta que la Corte Suprema de Venezuela tome una decisión.

Por su parte, la líder de la oposición, María Corina Machado, en una reciente entrevista, rechazó la idea de nuevas elecciones, afirmando que el resultado de las elecciones presidenciales del 28 de julio "no es negociable" y que la "soberanía popular" debe ser respetada. Machado cuestionó la posibilidad de repetir las elecciones, argumentando que ya se celebraron bajo los términos del régimen y que, a pesar de las condiciones desiguales, la oposición ganó, con pruebas documentales del CNE.

El CNE otorgó la victoria a Nicolás Maduro con el 51,95% de los votos frente al 43,18% de Edmundo González, sin presentar evidencias de su triunfo. La oposición, por su parte, mostró registros electorales que supuestamente indican que su candidato obtuvo más del 60% de los votos, registros que han sido respaldados por gran parte de la comunidad internacional y centros independientes.