Este miércoles se realizó la tercera jornada del juicio por la muerte de cinco recién nacidos en el Hospital Provincial Materno Neonatal de Córdoba. Adriana Luisa Moralez, una de las imputadas y miembro del área de mortalidad materno-infantil del hospital, declaró ante el tribunal: “Esta situación me causó un shock emocional que me llevó a necesitar medicación”.

Moralez, médica neonatóloga vinculada al Neonatal desde 1998, formaba parte del comité de seguridad del paciente, con roles de investigación y capacitación. Durante su declaración, señaló: “No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no. Necesito que se sepa quién fue y si alguien volverá a hacerlo”.

La principal acusada, Brenda Agüero, enfermera detenida desde 2022, será interrogada en jornadas posteriores del juicio. Moralez destacó que los bebés afectados eran nacidos a término y sanos, y que varias hipótesis médicas, como reacciones adversas a vacunas o picaduras de insectos, fueron descartadas. También mencionó comentarios de colegas sobre cómo Agüero anticipaba descomposturas en los bebés antes de que surgieran los síntomas.

El caso se basa en informes que identificaron patrones comunes en los fallecimientos: todas las víctimas eran recién nacidas, atacadas en sus primeras horas de vida en el mismo hospital, con el uso de una sustancia específica que provocó sus muertes. Las autopsias revelaron niveles elevados de potasio, administrado mediante inyecciones detectadas en las espaldas o muslos de los bebés.

La defensa de Agüero, a cargo de Gustavo Nievas, alegó que no todos los casos tienen la misma causa, sugiriendo que algunas muertes pudieron deberse a otras condiciones, como enfermedades hereditarias o descuidos médicos. “Voy a probar que no todos los bebés murieron por la misma causa, así se enojen las madres o los querellantes”, afirmó Nievas.