El Gobierno está en alerta ante las amenazas de los gremios, pero sigue sin retroceder en los despidos masivos
ATE y una fracción de UPCN planean acciones de fuerza tras los despidos en la administración pública nacional, aunque el Gobierno no tiene intención de retroceder en la medida.
El Gobierno Nacional se encuentra en alerta ante las amenazas de los gremios estatales tras los recientes despidos masivos en la administración pública. A pesar de las medidas de fuerza anunciadas por ATE y parte de UPCN para el próximo miércoles, el Gobierno no tiene intención de dar marcha atrás en la medida, considerada como parte del objetivo de reducción de 70 mil empleados públicos.
En el entorno gubernamental, se ha desestimado la reacción inicial de los gremios frente a los despidos, destacando la efectividad de la estrategia implementada para llevar a cabo los despidos en masa. Sin embargo, el anuncio de nuevas medidas de fuerza ha puesto en alerta a las autoridades de la Casa Rosada, así como a los ministerios de Seguridad y Capital Humano, que evalúan cómo hacer frente a las protestas mientras temen mayores complicaciones en servicios estatales sensibles.
A pesar de las advertencias de los gremios, el Gobierno ha confirmado que no tiene previsto retroceder en la medida de los despidos. Además del ahorro en las cuentas públicas, la medida sirve como sustento para la narrativa gubernamental que identifica a "la casta" como enemiga. No obstante, preocupa a las autoridades que las medidas de fuerza puedan paralizar la administración nacional y afectar aún más la atención al público, especialmente en áreas sensibles como la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES).
ATE denunció la recepción de más de 10,000 correos electrónicos de despido y confirmó un nuevo paro nacional para el próximo miércoles, con ingresos masivos a los edificios públicos incluidos. El operativo de contención frente a estas acciones le corresponde a la Policía Federal, y en el Ministerio de Seguridad se encuentran en alerta ante la posibilidad de confrontaciones.
En medio de este escenario, se generan preocupaciones adicionales sobre los efectos en la atención al público y la administración en áreas sensibles como la ANSES. Las complicaciones se suman a la demora en los aumentos de las erogaciones para paliar la inflación, generando un clima de malestar entre los ciudadanos.