Durante la gestión del Gobierno de Alberto Fernández, las empresas públicas acumularon un déficit operativo que supera los US$18 mil millones. Gran parte de esta cifra se atribuye a la política de subsidios implementada en sectores como la energía y el transporte ferroviario.

Enarsa, encargada de importar energía a precio de mercado y suministrarla localmente a tarifas subsidiadas, encabeza la lista de las empresas con mayores pérdidas. Aerolíneas Argentinas también figura entre las más afectadas, con pérdidas cercanas a los US$3.000 millones.

El déficit operativo global de estas empresas estatales equivale a casi un punto del Producto Interno Bruto (PBI) cada año. Su reducción depende en gran medida del progreso en la eliminación de subsidios, una medida que el actual Gobierno está implementando gradualmente.

A pesar de las persistentes pérdidas, las empresas han mantenido relativamente estable su fuerza laboral. Sin embargo, se espera que los aumentos significativos en las tarifas de gas y energía eléctrica contribuyan a reducir el déficit operativo de Enarsa, que representó el 40% del déficit total en 2023.

Entre las pocas empresas públicas que lograron superávit operativo se encuentra Nucleoeléctrica Argentina (NASA), responsable de la operación de centrales nucleares. NASA cerró el año 2023 con un resultado operativo positivo de casi 350 millones de dólares.