El exgobernador de Tucumán, José Alperovich, recibió una sentencia de 16 años de prisión, con cumplimiento efectivo, por haber abusado sexualmente de su sobrina segunda y secretaria entre diciembre de 2017 y marzo de 2018. Además, fue inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos. De los nueve episodios denunciados por la joven, seis fueron con acceso carnal y nueve en grado de tentativa en donde existió una "relación de dependencia, de poder y de autoridad".

Antes de conocer el veredicto, el también exsenador declaró: "No voy a hablar señor juez", al magistrado Juan Ramos Padilla, quien fue el encargado de dar el fallo coincidente con el pedido de la Fiscalía. En tanto, la querella había solicitado 22 años de prisión.

LOS ABUSOS

El exgobernador de Tucumán está acusado de haber cometido nueve delitos de tentativa de abuso, abuso simple y abuso agravado con acceso carnal en perjuicio de la hija de su primo hermano entre diciembre de 2017 y marzo de 2018, cuando la denunciante comenzó a trabajar como mano derecha del entonces senador nacional. El juicio se inició el 5 de febrero pasado y se llevaron a cabo 15 audiencias donde desfilaron casi 70 testigos y peritos.

Para los acusadores, los “accesos”, “tocamientos” y “situaciones indecorosas” se perpetraron en uno los departamentos del acusado en Puerto Madero; en su auto personal mientras viajaban a realizar visitas al interior de Tucumán en el marco de una campaña proselitista para competir contra Juan Manzur por la gobernación de 2019; en el búnker de Alperovich de la calle Martín Fierro de la capital provincial y en dos quintas de la localidad de Yerba Buena.

La defensa de Alperovich, además de rechazar la existencia de todos los hechos, abonó la teoría de una “causa armada”. Para eso, deslizó sospechas respecto de la financiación de los pasacalles que salieron a la luz un día después de la carta que publicó la denunciante en noviembre de 2019. Esos carteles, dijo, se vieron en Buenos Aires, Córdoba y Tucumán y vinculaban al imputado con el actor Juan Darthés y apuntó contra el actual diputado nacional Carlos Cisneros, reconocido adversario político del ex gobernador en su provincia.

Sin embargo, para el fiscal Sandro Abraldes, no hay dudas y "este juicio es un juicio de la impunidad del poder": “José Alperovich estuvo siempre ubicado arriba, en una posición de poder amplio, y F.L. muy por debajo, en un área de sometimiento. Según sostuvo, el acusado, cuando vio a la denunciante (por primera vez, en un evento político), decidió que debía sumarla a su equipo porque su belleza física le provocó un gran impacto. No la quería para trabajar con él, la quería para la cama”, advirtió Abraldes quien calificó a Alperovich de “caudillo”, “jerarca” y “patriarcal”.

En tanto, para la querellante Carolina Cymerman "se puede afirmar, más allá de toda duda razonable, que José Jorge Alperovich es el autor de todos los hechos" (...), que ocurrieron en diferentes domicilios ubicados tanto en esta ciudad como en San Miguel de Tucumán y en el vehículo de Alperovich. Para cometerlos, el imputado se valió de su enorme poder que detentaba a nivel laboral, familiar y político en toda la provincia. Él había sido elegido tres veces gobernador y era, para la época de los hechos, senador nacional y asesor ad honorem para la provincia”.