Maximiliano Wesner, del partido Unión por la Patria, ha hecho historia en Olavarría al convertirse en el quinto intendente desde el regreso a la democracia, marcando el segundo triunfo del peronismo en 36 años. Su exitosa campaña se centró en la cercanía con la gente y una estrategia 100% local.

Factores clave de su victoria incluyen un exitoso corte de boleta a su favor, aunque en menor medida que en las PASO, y una mayor afluencia de votantes, incluyendo a 8 mil personas que no habían votado en las elecciones de agosto. Esta combinación rompió la paridad observada anteriormente y le dio a Wesner una ventaja de 13 puntos sobre sus competidores.

Las horas posteriores a las elecciones vieron un conteo normal y contactos entre dirigentes de Unión por la Patria y otros sectores, con la confirmación de la victoria de Wesner antes de las 19 horas. Mientras tanto, el intendente saliente, Hilario Galli, admitió que la elección estaba reñida, mientras que en el búnker de Unión por la Patria comenzaban los festejos.

Los resultados finales muestran a Wesner con un 41% de los votos, celebrando una victoria histórica para el peronismo en Olavarría. El intendente saliente reconoció su derrota y llamó a una transición ordenada y responsable.

En el Concejo Deliberante, Celeste Arouxet festejó el logro de su fuerza y presentó a sus tres nuevos concejales, subrayando su importancia para negociar y obtener mayorías.

El panorama en Juntos por el Cambio se presenta dividido, con tensiones y posiciones divergentes en cuanto a su futuro y liderazgo. La neutralidad del exintendente Ezequiel Galli y las críticas a figuras como Mauricio Macri y Patricia Bullrich generan incertidumbre sobre la cohesión del partido.

El futuro de Maximiliano Wesner como intendente de Olavarría incluye desafíos fiscales y la necesidad de reorganizar su gabinete, además de cumplir con su promesa de reducir el tamaño de la planta política, lo que requerirá una planificación detallada.