El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha dado un paso decisivo en la reestructuración de la seguridad provincial, designando a Javier Carlos Villar y Héctor Conrado Cisneros como las nuevas cabezas de la Policía Bonaerense. Esta decisión, anunciada el 14 de diciembre, representa un cambio significativo en la estrategia de seguridad de la región.

Javier Carlos Villar, el flamante jefe de la Policía, proviene de un rol clave en la Superintendencia Amba Sur I, supervisando áreas críticas como Avellaneda, Lanús, Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Por su parte, Héctor Conrado Cisneros, el nuevo subjefe, desempeñó funciones esenciales en la Superintendencia de Investigaciones en Función Judicial, siendo un nexo crucial entre la policía y el poder judicial​​.

La misión que les espera es monumental. Deberán coordinar estratégicamente las operaciones policiales en toda la provincia, un área que ha sido un foco de inseguridad, especialmente en los partidos del Conurbano bonaerense. Están llamados a implementar las políticas de seguridad trazadas por el Ministerio, supervisar todas las divisiones policiales y manejar la asignación de recursos y personal​​​​.

Este movimiento se inscribe en un contexto de renovación más amplio del gabinete provincial. El cambio en la cúpula policial acompaña la partida de Sergio Berni del Ministerio de Seguridad y la llegada de nuevas figuras en áreas clave del gobierno. Kicillof ha conformado un equipo diverso y renovado para su segundo mandato, con figuras como Gabriel Katopodis en Infraestructura, Carlos Bianco en el Ministerio de Gobierno, y Silvina Batakis en Hábitat y Desarrollo Urbano, entre otros​​.

Con estos nombramientos, Kicillof busca fortalecer la lucha contra la delincuencia y mejorar la seguridad en una de las provincias más grandes y pobladas de Argentina. La comunidad espera que estos cambios traigan una nueva era de paz y seguridad, enfrentando desafíos históricos con liderazgo renovado y estrategias efectivas.