En un momento crítico para la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof viajó a Brasil para encontrarse con el presidente Lula Da Silva. Esta reunión se enmarca en un contexto de asfixia financiera para la provincia, exacerbada por la pérdida de la mega inversión de YPF y Petronas en Bahía Blanca y el recorte de fondos del Ejecutivo nacional dirigido por Javier Milei.

El encuentro, que incluyó a altos funcionarios brasileños como el vice presidente Geraldo Alckmin, el ministro de Economía Fernando Haddad y el canciller Mauro Vieira, buscó fortalecer los lazos económicos y explorar nuevas oportunidades de inversión y cooperación. Kicillof subrayó la importancia de esta relación, destacando que la provincia representa casi el 50% del producto industrial de Argentina y que establecer una colaboración con Brasil es "un imperativo y una necesidad".

El viaje a Brasil también se produjo en un contexto de tensiones diplomáticas entre Argentina y Brasil. Las críticas de Javier Milei a Lula Da Silva, sumadas a la agenda paralela con Jair Bolsonaro, han tensado las relaciones entre ambos países. Sin embargo, la reciente aceptación de Lula de representar diplomáticamente a Argentina en Venezuela tras la retirada de personal nacional por parte de Milei, muestra un resquicio de cooperación.

El líder brasileño compartió fotos del encuentro en redes sociales, destacando la visita de Kicillof como una oportunidad para fortalecer la relación bilateral. Este viaje se suma a una serie de reuniones internacionales de Kicillof con líderes de Alemania, China, Uruguay y el Papa Francisco, consolidándolo como un posible candidato de oposición al actual gobierno libertario.

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