En nuestra ciudad, los profesionales dedicados a esa área de la salud abogan por la aprobación de la Ley de Terapia Ocupacional, que logró media sanción en la Cámara de Diputados bonaerense y aguarda su tratamiento en la Cámara de Senadores provincial. Asimismo, expusieron la manera en que debieron adaptar los tratamientos a los tiempos que corren.

En nuestra ciudad, Macarena Ribalta Torga dio a conocer la actualidad de sus pares y resaltó que desde el mes de marzo "obviamente frenamos nuestra actividad como todo el mundo; somos trabajadores de la salud pero no entramos dentro del personal esencial. Después fuimos regresando desde la Fase 3, donde además de las terapistas ocupacionales, los kinesiólogos, los fonoaudiólogos, entre otros, empezamos a estar habilitados".

La profesional detalló que "nos manejamos con un protocolo que fue realizado entre todas sobre la base de lo que se propuso desde la Provincia y tuvimos el asesoramiento de especialistas, de dos técnicos en Seguridad e Higiene, que nos ayudaron con las medidas necesarias".

De los alcances de la actividad, indicó que "las áreas de trabajo de la terapia ocupacional (TO) son muy amplias", y en ese contexto "las chicas que trabajan en consultorios eran las realmente interesadas en este protocolo. Yo trabajo en una institución como Corpi, donde se trabajó como institución en un protocolo pero estuvimos frenados bastante tiempo de la presencialidad".

De todas maneras, "nuestro trabajo con personas en situación de dependencia o en una situación aguda de patología, los tratamientos a niños, pero básicamente todos los usuarios de TO tienen una necesidad bastante urgente de tener el tratamiento. Así que cortamos con la presencialidad pero no dejamos de trabajar".

Con el objetivo de dar respuesta a pesar de la pandemia "nos reinventamos como pudimos para empezar a tener algo así como sesiones y supervisiones a partir de los dispositivos tecnológicos, de las computadoras y videollamadas. Nunca dejamos de estar en contacto con nuestros pacientes porque muchas de las chicas trabajan con niños que no pueden cortar un tratamiento porque significa un gran retroceso en un niño".

Asimismo, en cuanto a las terapistas que "trabajan con adultos mayores, que son las más afectadas, pasó otro tanto porque es población de riesgo, porque las que trabajamos en espacios como Centros de Día o nos contratan desde geriátricos o de hogares; todo ese trabajo está un poco interrumpido", sostuvo Ribalta Torga.

En ese sentido, enfatizó que esa limitación "es todo un tema la tercera edad porque estamos intentando cuidarlos pero estamos viendo que surgen muchas problemáticas por otro lado por todo lo que significa el aislamiento y haber cortado con todas las actividades. De hecho tenía trabajo en un Centro de Día donde no trabajo más porque es para adultos mayores y no pudieron volver a abrir", lamentó.

Una de las características salientes de los profesionales dedicados a la TO "es la creatividad, hagamos lo que hagamos tenemos que ser bastante creativas y la pandemia nos puso más que en jaque esa creatividad para poder hacer atención de lo más variada y de lo más compleja a través de la tecnología".

Con esa impronta, "a algunos trabajos hemos podido volver en forma presencial, con todos los protocolos, pero hay otros pacientes que continuamos atendiéndolos de manera virtual porque son de riesgo, porque también nosotras nos estamos exponiendo muchísimo".

En el desempeño de la actividad "tenemos una gran responsabilidad como profesionales en poder dar una continuidad a los tratamientos pero también hay todo un protocolo de vestuario, de máscaras, de barbijos y de alcohol y lavandina por todos lados que cumplir para no exponer a una persona en nuestro ambiente de trabajo".

Ribalta Torga remarcó que "el tiempo de atención varió mucho porque de hecho nuestro trabajo tiene una gran parte invisible que es la de la planificación. Las sesiones se planifican, se piensan, no siempre improvisamos de un momento al otro y toda esa planificación se triplicó para poder pensar e inventar cómo vamos a trabajar, que sumado a pensar en el paciente y en todo este protocolo lo aumentó muchísimo".

Por otro lado, "nos obligó a cambiar totalmente nuestra metodología de trabajo. Las que trabajamos en tratamientos físicos utilizamos el espacio compartido con otras personas que hacen rehabilitación en el mismo momento porque efectivizamos nuestro trabajo atendiendo a más de un paciente por vez, donde justamente lo grupal era parte de lo terapéutico".

En definitiva, "esta situación nos obliga a atender de a una persona por vez, a que en la sala de espera no se crucen los pacientes y nos ha alterado mucho el tiempo de nuestra atención. Cuando se va el paciente tenemos que desinfectar toda la sala, todos los materiales que trabajó ese paciente para poder recibir recién después al siguiente. Es agotador estar sanitizando todo el tiempo todo, pero es lo que nos toca y estamos intentando hacerlo lo mejor posible".

"El después"

Macarena Ribalta Torga explicó que los terapistas ocupacionales "trabajamos con muchas cosas pero siempre pensando al ser humano de manera integral, así estemos rehabilitando una muñeca o haciendo una cosa más general. Pensamos al ser humano en su totalidad y así como nos vimos afectadas con esto".

La profesional destacó que por efecto de la pandemia "realmente nuestro trabajo también se ha visto modificado porque todos estamos interpelados. Y los pacientes, eso por lo que venían, eso que les pasaba, está totalmente atravesado por la pandemia y empiezan a surgir otras cosas, como lo que pasa con los adultos mayores, que los estamos cuidando del coronavirus pero se nos están deprimiendo o están apareciendo otras patologías, hasta físicas, por el encierro".

De esa manera, anticipó que esas consecuencias afectarán de algún modo "un poco a toda la población, a todas las edades de atención, estamos viendo que hay un post pandemia del cual nos vamos a tener que ocupar y estoy segura que la terapia ocupacional va a tener mucho que ver con eso que va a venir con el después".

Los alcances de la actividad en la vida cotidiana

Entre las preguntas frecuentes sobre la incumbencia de la actividad, en la página web de la Asociación Argentina de Terapistas Ocupacionales (AATO) se explica que "el propósito central de nuestras intervenciones es favorecer el desempeño ocupacional funcional, la autonomía personal, la participación social y la calidad de vida de las personas y/o grupos que lo requieran".

Con ese objetivo "seleccionamos, planificamos e implementamos actividades y ocupaciones. Por ejemplo, ante una situación jubilatoria el terapista ocupacional acompaña a la persona en la detección y orientación hacia nuevas áreas de interés a fin de promover proyectos de vida que le posibiliten la redefinición de su rol y prevenir un potencial estado depresivo. De este modo nuestras prestaciones se constituyen en un servicio vital para las áreas de educación, laboral, desarrollo social, salud y judicial".

¿Quiénes se benefician con la Terapia Ocupacional? "Brindamos servicios a personas de diferentes grupos de edad (bebés, niños, jóvenes, adultos, adultos mayores) así como a comunidades en situación de riesgo y/o vulnerabilidad". En ese marco, el TO evalúa, previene, orienta, planifica, ejecuta junto con el paciente un plan que, mediante la implementación de actividades terapéuticas, fomenta la funcionalidad en el desempeño ocupacional en sus distintas áreas: AVD, trabajo, ocio, educación, tiempo libre, juego, etc.".

Desde esa óptica se señala que "las distintas etapas de la vida, requieren la realización de diversos roles, que son desempeñados en ámbitos específicos motivados por el interés de cada persona, grupos y comunidades. La imposibilidad de desempeñarse en los mismos a causa de una desigualdad, desventaja, disfunción neuromotora, psicosocial y/o social promueve la enfermedad y para colaborar en el proceso de recuperación es necesaria la intervención de un TO".

Los ámbitos de desempeño de la actividad son muy diversos y comprenden "hospitales, consultorios, colegios/escuelas de: educación especial y comunes, geriátricos, centros de día, hospitales de día, centros de jubilados, ONG´s, asociaciones civiles, universidades, centros de salud, centros de atención comunitaria", entre otros. Asimismo, abarcan áreas como "Educación, Gerontología, Salud Mental, Rehabilitación Neuromotora, Comunidad,Cuidados Paliativos, Docencia, Catástrofes, etc.".

Las limitaciones que impiden el normal desarrollo de la actividad

Ante la ausencia de una ley que regule la actividad en el ámbito provincial, en la actualidad existen diversas situaciones problemáticas que "los terapistas ocupacionales enfrentan cotidianamente y que ameritan ser abordadas desde la institucionalidad que otorga el marco normativo de un Colegio Profesional".

Entre otras cuestiones, "el ejercicio ilegal de la profesión por parte de personas que no poseen título habilitante, y por profesionales que no cuentan con la matrícula provincial para el ejercicio en territorio de la Provincia de Buenos Aires. Estas situaciones se generan a partir de las limitaciones que presenta la autoridad de aplicación, el Ministerio de Salud, ya que no cuenta con el presupuesto y personal suficiente para poder hacer frente a la fiscalización y control pertinente".

También se producen "dificultades en la habilitación de consultorios de la disciplina, atento a las limitaciones particulares en los diversos distritos, estando en algunos casos a cargo de ‘habilitaciones municipales’ engorrosas y descontextualizadas del ámbito asistencial; en otros casos, cuando los espacios de consultorio son compartidos con otras profesiones, terminan siendo habilitados por los colegios profesionales de dichas disciplinas".

Asimismo, se enfrentan con la "dificultad para representar a los graduados ante las entidades académicas en la planificación de los programas de Especialidades".

Otra de las limitaciones reside en la "imposibilidad de ejercer en el marco de la Ley 10.430 de la Administración Pública en el Agrupamiento Profesional, al no poseer Colegio que emita certificado de ética, a pesar de poseer títulos de grado universitario, y aquellos que por error administrativo han quedado en el agrupamiento profesional, hoy en la situación de revista figuran con otro cargo (por ejemplo, asistente social y laboratorista), situación que podría generar una denuncia por ejercicio ilegal de otra profesión".

Inclusive, la inexistencia de una ley que les provea marco regulatorio les impide "contar con la representatividad en aquellas instancias administrativas dentro de los ámbitos provinciales, como Ministerio de Salud, Ministerio de Trabajo, Ministerio de Desarrollo Social, etc.".

Por último, en cuanto a lo laboral se ven en la "imposibilidad de generar convenios con obras sociales a partir de la ausencia de entidad colegiada, por ejempio, el IOMA, ante la propuesta desde personas jurídicas privadas representativas de la profesión para llevar a cabo convenio, se ha informado que no establece convenios con entidades no colegiadas".