Dicha institución nació por iniciativa del italiano Ettore Mattei, quien se destacó como uno de los organizadores del movimiento obrero y el movimiento anarquista en Argentina. Fue la primera sociedad de resistencia y solidaridad de clase de la nación basada en los principios de la acción directa y la huelga revolucionaria.

Errico Malatesta, otro famoso anarquista italiano que residió en el país entre 1885 y 1889, redactó sus estatutos. En éstos, se resaltó la importancia que tiene la organización federal tanto lugareña como regional y territorial; y se señaló la tendencia a llegar a una Federación Regional Argentina de Trabajadores, como también a la solidaridad internacional.

El único elemento con tonalidad anarquista apareció en el artículo 7: "Esta sociedad no debe inmiscuirse en cuestiones políticas". Esos estatutos sirvieron de modelo para muchos otros creados en esa década por militantes de ideología similar, como los zapateros, zingueros y obreros mecánicos.

Cabe destacar que los miembros de esta sociedad anarquista fueron quienes renombraron a las masas de repostería y facturas horneadas, que son popularmente conocidas en la actualidad con nombres que hacen alusión o burla a temáticas religiosas y militares. Entre las denominaciones: sacramentos, bolas de fraile, cañones, bombas y vigilantes.

El 4 de agosto fue reconocido oficialmente como Día Nacional del Panadero por el Congreso Nacional argentino en 1957.