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La primera ordenanza de designación de nombres de calles de la que se tiene registro data del 21 de marzo de 1883. El proyecto del Municipal Francisco Araujo buscaba bautizar a las calles de la cuadrícula fundacional de Olavarría con los siguientes nombres: Adolfo Alsina, Coronel Olavarría, Coronel Suárez, General San Martín, General Belgrano, Bernardino Rivadavia, General Alvear, General Lavalle, General Lamadrid, Doctor Moreno, Doctor López, Coronel Dorrego, Almirante Brown, General Paz, Veinticinco de Mayo, Nueve de Julio, Sargento Cabral, General Hornos, General Zapiola, General Frías, Independencia, La Plata, Vélez Sarsfield y Bolívar. Lamentablemente se había omitido indicar a que calle correspondía cada uno de los nombres elegidos.

Tres años y medio más tarde, el 22 de octubre de 1886, esta vez sí con mayor precisión técnica se modificó parcialmente la denominación de las calles e indicando su orientación se estableció a cuales correspondía cada nombre: "sección 1º calles rectas de NE a SO empezando por la ribera del arroyo: Boulevard 27 de Diciembre, Calle General Villegas, Adolfo Alsina, Defensa, Rivadavia, Moreno, La Madrid, Almirante Brown, 25 de Mayo, 9 de Julio, Boulevard Progreso. Sección 2º: calles de NO a SE, empezando por la calle del puente: Boulevard La Plata, Vélez Sarsfield, Bolívar, General Hornos, Coronel Suárez, Victoria, San Martín, Belgrano, Dorrego, Necochea, Sargento Cabral, Álvaro Barros, Boulevard Colon".

Casi en su concepción original estos son los nombres que reciben hoy las calles del denominado microcentro olavarriense, damero que constituía la planta urbana del pueblo en sus albores. En distintos momentos y por distintas razones La Plata daría lugar a Aristóbulo del Valle, Progreso se transformaría en Juan Pascual Pringles, al General Villegas lo reemplazaría Lavalle y el almirante Guillermo Brown sería reubicado dándose el nombre de Independencia y luego España a la arteria que en un principio le correspondió. Pero nos vamos a detener en tres calles que recibieron sendos nombres debido a, en contraposición con los restantes, un hecho específico de la historia local. Hablamos de las calles 27 de Diciembre, Victoria y Defensa. Si bien encontramos los dos últimos nombres en muchas ciudades de la Argentina, su imposición en Olavarría obedece, como indicamos, a razones puramente locales. Constituye un misterio, aún hoy, cuándo y porqué estas calles recibieron los nombres de Almirante Guillermo Brown, General Paz y Vicente López, respectivamente. La historia a veces escatima algunas respuestas o nos las suele brindar cuando buscamos otras. Así son sus intersticios…

Antes de continuar no está de más recordar algunos hitos de estos tiempos fundacionales. El 25 de noviembre de 1867 el gobernador Adolfo Alsina, a iniciativa del Coronel Álvaro Barros, decretaba "la formación de un pueblo que llevará la denominación de ‘Olavarría’" en el lugar denominado "Puntas del Arroyo Tapalqué" (Partido del Azul). Más tarde, en octubre de 1878, la Legislatura bonaerense declaraba a Olavarría cabecera de partido (ley 1242). En su cumplimiento, por decreto del 16 de mayo de 1879, el Poder Ejecutivo fijaba los límites del distrito y nombraba a las primeras autoridades, procediéndose el día 26 de ese mes a la instalación de la Corporación Municipal y Juzgado de Paz ante la presencia de 157 vecinos. Tiempo antes, en agosto de 1877, el gobierno provincial aprobaba la mensura y traza del ejido del pueblo de Olavarría practicada por el agrimensor Juan Coquet. Distintas circunstancias hicieron que debieran pasar diez años desde su fundación para que Olavarría lograra fijar su traza y, poco después, alcanzara la autonomía municipal.

Pero volvamos a 1886 y a la imposición de los nombres de las calles del trazado original de Olavarría. Las autoridades municipales, por aquel entonces, se abocaron a resolver temas imperiosos tales como los edificios públicos, el cementerio, los primeros presupuestos y normas, por nombrar solo algunos. Ahora, con diseño aprobado, también había que acordar los nombres que recibirían las calles del pueblo. Aquí la figura protagonista fue Agapito Guisasola. En octubre de aquel año la Corporación Municipal era precedida por este español arribado al país en 1869 y prontamente instalado primero en Azul, para luego trasladarse a Olavarría donde integraría el grupo de personalidades señeras de los tiempos iniciales de la que, en 1908, sería declarada ciudad. Ese mismo mes de octubre la provincia daría el visto bueno a la propuesta y las calles de Olavarría lucirían sus flamantes nombres.

Pero, ¿a qué se deben los nombres 27 de Diciembre, Victoria y Defensa? Es el mismo Guisasola quien nos cuenta en primera persona, allá por 1925 a través de cartas enviadas a El Popular, el porqué de su propuesta. "Recuerdo que hace 50 años el pueblo de Olavarría se componía de cinco casas de ladrillo y techos de hierro galvanizado; lo que era de más comodidad y mejor construcción estaba ubicada en el solar norte de la manzana 41. El 27 de diciembre de 1875 fue el baluarte de la defensa organizada por todos los residentes de ese naciente pueblo, puesto que además de las referidas casas de ladrillos, había veinte ranchos de relativa comodidad para establecimientos comerciales y casas de familia".

En el expediente que años más tarde elevara Guisasola al Ministerio de Gobierno de la provincia para la consideración de los nombres de las calles de Olavarría podemos leer:

Olavarría, octubre 22 de 1886

"Exmo. Señor:

Tengo el honor de elevar á la aprobación de V.E. la nomenclatura que para las calles de este Pueblo ha acordado la Municipalidad que tengo el honor de presidir.

"Boulevard 27 de Diciembre", "Defensa" y "Victoria", significan la memorable invasión á este Pueblo de las tribus salvajes del desierto, en combinación con los indios de la tribu de "Catriel" el día 27 de diciembre de 1875, la heroica defensa de este vecindario asediado y acosado tres días con sus noches por más de tres mil indios, obtuvo la victoria, salvando de la depredación del salvaje las familias y las poblaciones próximas al lugar de la defensa.

En cuanto a los nombres con que son designadas las demás calles, conoce V.E. su significación en la historia.

Saluda a V. E. atentamente.

A. Guisasola

No fue casual la ubicación elegida para las referidas calles. Defensa (hoy Vicente López) y Victoria (hoy Gral. Paz) se cruzan correspondiendo a una de sus esquinas el referido solar norte de la manzana 41 donde se ubicaba la construcción desde la cual "pudimos reconcentrar todas las familias (…), y todos los hom­bres armados y preparados, rechazaron la formida­ble agresión que, en la noche del 27 de diciembre, nos trajeron los de Namuncurá. Ese día, bajo un sol radiante, desde los techos de la referida casa, armados de carabinas y algunos fusiles Remington, evitamos la destrucción de las demás casas del pueblo que habíamos dejado solas (…). En resumen, sostuvimos la lucha repeliendo con éxito las agresiones día y noche, desde la madrugada del 27 hasta el mediodía del 30 de diciembre de 1875". Han pasado 145 años de los acontecimientos que relatara Guisasola y, como se indicó, nada se sabe sobre el porqué estos nombres no perduraron ni trascendieron un período donde, a decir verdad, probablemente la Olavarría aldeana del siglo XIX no los utilizara; tanto a éstos como a los otros.

Hagamos, aquí, para culminar, una pequeña reseña de quien fuera Agapito Guisasola, propulsor de los nombres que, casi en su totalidad, ostentan las calles del centro de Olavarría y figura omnipresente en los primeros veinte años de la historia olavarriense. Nacido el 6 de mayo de 1847 en Eibar, País Vasco, España, Guisasola contrajo matrimonio con su coterránea Mónica de Bilbao en 1869. Ese mismo año arribó a la Argentina instalándose en Azul para recaer ya en 1871 en Olavarría. De prolífera actuación pública y vínculos políticos (hospedó en su casa a Roca, Mitre y Alsina), fue miembro de la Corporación Municipal ya sea en calidad de suplente, titular e incluso, presidiéndola. Se desempeñó también como procurador del ferrocarril e integró la primer Comisión de Tierras creada por la Corporación. Dueño de la casa donde se asentaron provisoriamente las primeras autoridades municipales, fue designado en 1879 para desempeñar el puesto de Medidor Púbico "en vista de ser el señor Guisasola el más conocedor de las tierras de Olavarría, tanto baldías como ocupadas", según reza el acta de la sesión de la Corporación del diez de julio. Tal era así ya que en 1877 había asistido a Coquet en la mensura del pueblo antes referida. En 1888 se traslada a Buenos Aires desde donde compartió sus memorias en diversos periódicos de la época. Allí fallece en agosto de 1928 a los 81 años. Fue inhumado en el cementerio de la Recoleta ante la presencia del presidente Alvear.

(*) Investigador de la historia olavarriense - (Instagram: @olavarria_del_ayer)